Con 65 años, Julia Ccapa Pari de Ramos continúa demostrando que nunca será tarde para emprender. Con amor por la cocina, transformó su pasión en un negocio exitoso que hoy se encuentra consolidado en Italia.
Desde joven, enfrentó grandes desafíos en Perú, pero un viaje a Italia le permitió tener una oportunidad. Con esfuerzo y perseverancia, logró establcer dos locales donde ofrece lo mejor de la cocina peruana con el mundo.
Infomercado conversó con Ana María Gonzales Morán, cuñada de Julia, quien compartió detalles sobre los inicios del negocio y sus planes a futuro.
Julia Ccapa Pari de Ramos
Julia Ccapa Pari nació y creció en Chorrillos, donde desde pequeña trabajó vendiendo ceviche en la playa de pescadores. Con el tiempo, se convirtió en jaladora de los puestos de comida de la zona.
Sin embargo, la epidemia del cólera en 1991 afectó gravemente a la comunidad, ya que la gente dejó de consumir pescado, generando una crisis en el sector.
Debido a este panorama, una amiga que vivía en Italia le propuso viajar para emprender un nuevo camino. Julia aceptó, pidió un préstamo y se trasladó a Italia con apenas 20 años, tras haber terminado la secundaria en el colegio Tacna de Barranco.
En 1993, tras la muerte de su madre, Julia quedó a cargo de sus hermanos, además de sus tres hijos. La difícil situación en Perú la impulsó a continuar en Italia, pero ahora con su familia completa.
Cambios importantes
SIn embargo, su llegada no fue sencilla, ya que fue víctima de explotación laboral y pasó meses trabajando sin recibir pago. Además, sufrió una grave enfermedad pulmonar que la mantuvo hospitalizada durante tres meses.
En un momento de desesperación, llegó a dormir en la estación de Termini en Roma, junto a otros peruanos en situación similar.
Fue entonces cuando su amiga le preguntó si sabía cocinar y le sugirió vender comida. Julia empezó preparando papas rellenas y, con el poco dinero que ganaba, compraba más ingredientes para seguir vendiendo.
Durante un tiempo, dormía en cabinas telefónicas junto con otros compatriotas. Con esfuerzo y dedicación, logró ahorrar lo suficiente para alquilar un cuarto, donde no solo vivía, sino también preparaba ceviche, tamales y más platillos peruanos para vender en la estación de trenes.
Poco a poco, su sazón la hizo conocida en Roma y pudo abrir su primer restaurante, «La Tía Julia», que más adelante cambió de nombre a «Pollo Chicken».
Con el paso del tiempo, Julia decidió mudarse a Florencia, donde comenzó desde cero una vez más y continuó su legado gastronómico.
El camino que logró recorrer Julia Capapari no fue fácil. Luego de administrar su restaurante en Florencia, sufrió una estafa y tuvo que empezar de nuevo desde cero, vendiendo tamales en la puerta del mercado de la Plaza Central de Florencia.
Ya con sus hijas aquí, buscó nuevas oportunidades y decidió emprender. A pesar de los obstáculos, logró recuperarse y fortalecer su negocio, consolidándolo como un referente de la gastronomía peruana en Italia.
Por ello, volvió a inaugurar un restaurante en un pequeño local alquilado y, poco a poco, logró expandirse hasta establecer un restaurante más grande cerca de la estación de tren de Santa Maria Novella. Gracias a su trabajo con agencias de turismo, el negocio fue creciendo y se hizo conocido como «Julia La Chorrillana».
Desafíos
Sin embargo, con la llegada de la pandemia, enfrentó una nueva caída. Además, sufrió una estafa al intentar comprar un local, perdiendo todo su dinero por documentos falsos. A pesar de esto, decidió empezar de nuevo y abrió dos nuevos locales: uno en Gavinana y otro en Huelva.
Con el tiempo, su negocio creció y hoy en día su local en Roma, «El Guarique Criollo», sigue funcionando bajo la administración de su nuera.
Además, Julia continú trabajando ya que los clientes buscan su sazón. Debido a esto, se divide entre ambos locales, aunque pasa más tiempo en el de Gavinana. Se asegura de que todo esté organizado y supervisa cada detalle.
En Roma, fue pionera no solo en comida peruana, sino también en fusionar gastronomía con música en vivo, organizando eventos tipo peña con artistas peruanos.
En Florencia, su especialidad son los pescados y mariscos, además del tradicional pollo a la brasa, que se convirtió en un plato muy solicitado debido a su original sazón.
Julia La Chorrillana actualmente
Hoy en día, los tres establecimientos de Julia son muy reconocidos. Además, no solo es famosa en Florencia, sino también en Roma. Muchos romanos, especialmente en verano, viajan hasta Florencia solo para probar su comida.
Actualmente, el restaurante continúa en crecimiento, pero lo más importante es que brinda empleo a compatriotas peruanos. Todo el personal, desde cocineros hasta ayudantes, es peruano, lo que refuerza el compromiso con la comunidad migrante.
Por ello, Julia Ccapa Pari es muy reconocida por su apoyo a los peruanos recién llegados. Muchas ofreció hospedaje a quienes no tenían dónde vivir, evitando que pasen frío en las calles, especialmente en invierno, cuando las temperaturas bajan de cero grados.
Hasta hace poco, la publicidad del restaurante se basaba en el boca a boca, lo que ha sido su mejor estrategia para atraer clientes.
Sin embargo, recientemente comenzaron a incursionar en redes sociales con una página de Facebook llamada «Julia La Chorrillana», donde publican los menús y precios diariamente. También están evaluando expandirse a otras plataformas digitales como TikTok.
A sus 65 años, Julia Ccapa Pari sigue siendo una mujer emprendedora que ha logrado mantener su negocio a pesar de todas las dificultades.
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