Los obstáculos siempre fueron recurrentes en la vida de Javier Velásquez y su madre Reyna Loarte, sin embargo, lograron convertirlos en oportunidad para emprender y fundar Bake Brothers. Una propuesta que rescata la esencia de la panadería artesanal, diferenciándose en el mercado gracias a sus recetas familiares.
Infomercado conversó con Javier Velásquez, para conocer más sobre el origen de Bake Brothers, los restos que enfrentaron en el camino y sus planes para el futuro de su emprendimiento.
Javier Velásquez
Con seis años, Javier Velásquez ya sabía lo que era el esfuerzo. Mientras otros niños jugaban, él ayudaba a su madre, Reyna Loarte, en un pequeño restaurante que tenían, tras la ausencia de su padre.
Javier nació en Lince, pero gran parte de su vida transcurrió en Chorrillos, en medio de constantes cambios de hogar y colegio debido a la estabilidad económica.
Criado por su madre y tres tíos, encontró en ellos esa visión emprendedora que dejaría huella en su vida. A los 15 años, uno de sus tíos decidió iniciar un negocio de empanadas, y él no dudó en involucrarse. Sin experiencia previa, pero con ganas de aprender, leyó libros sobre ventas y negocios para entender cómo fabricar, producir y vender.
El negocio creció y sus otros dos tíos decidieron unirse al proyecto, convirtiéndolo en un emprendimiento familiar. Juntos perfeccionaron técnicas de producción y ampliaron su clientela, pasaron de vender cinco empanadas a 20.
La mamá de Javier fue un personaje clave en esta historia de superación, ya que se encargaba del relleno y la presentación de las empanadas.
La madre de Javier era la encargada de hacer los rellenos de las empanadas que tiempo después serían un éxito o a hacer las cajas para las entregas.
Bake Brothers: Desafíos y comienzos
Luego de tres años de funcionamiento, el negocio familiar se desintegró debido a conflictos personales entre sus socios. Como consecuencia solo su madre quedó a cargo.
Sin más opciones, ambos se mudaron a Huaylas para vivir con un tío que tenía su pequeña panadería. Sin embargo, este tuvo que viajar y dejó el negocio en sus manos, ella tuvo que aprender rápidamente cada detalle del proceso para generar ingresos y mantener a su hijo.
Con esfuerzo, comenzó a preparar empanadas y alfajores, que vendían en las calles y avenidas. Al inicio, salían con apenas, 20 alfajores, pero con constancia, la producción pudo llegar a 150 cajas. Estas eran vendidas de manera ambulante desde su auto.
Más adelante, se trasladaron a Chorrillos, en la zona de La Campiña, donde dieron un nuevo paso para el negocio. Desde un pequeño espacio en un hotel, lograron captar a sus primeros clientes mayoristas, entre ellos bodegas y minimarkets que solicitaban entre 12 y 20 empanadas diarias. Con el tiempo, la clientela se expandió, lo que les permitió consolidarse en el mercado.
Por ello, en 2018, su emprendimiento logró trabajar con empresas como Cinépolis, la Clínica Delgado, Sana y OncoSalud.
Digitalización y pandemia
Tras vender 2 mil empanadas diarias tocando puerta por puerta, pudieron ahorrar lo suficiente para invertir en insumos y en la educación de Javier, quien decidió estudiar Marketing Digital. Sin embargo, cuando la pandemia golpeó, las ventas creyeron a cero y el negocio estuvo al borde del colapso.
Fue entonces cuando Javier puso en marcha el plan estratégico que había diseñado. Aplicando sus conocimientos, logró que el emprendimiento no solo sobreviviera, sino que se reinventara.
Aprovechando su formación en marketing, Javier decidió hacer un rebranding y transformar » Los Antojitos de Reyna» en «Bake Brothers», un concepto familiar que reflejaba una identidad más moderna y competitiva. Este cambio no fue fácil, pues debía convencer a su madre y tíos de apostar por una nueva imagen. Sin embargo, con público fidelizado, tomaron el riesgo y formalizaron.
El éxito de Bake Brothers no fue casualidad. Se apoyaron en estrategias de marketing digital, colaboraciones con influencers, publicidad pagada y activaciones que impulsaron la marca. Gracias a este crecimiento, lograron brindar sus servicios a grandes empresas como Rimac Seguros y hasta al Congreso.
Entre sus productos más vendidos destacan los alfajores, empanadas, torta de chocolate, carrot cake y petipan en versiones de pollo y triple, especialmente en su servicio de catering. En 2024, su esfuerzo y calidad fueron reconocidos al recibir el premio de la Asociación Peruana de Empresarios (ASPEM) como la mejor panadería del año.
Proyecciones
Bake Brothers se encuentra buscando las estrategias exactas para convertirse en una marca franquiciable. Por ello, la Sociedad Nacional de Franquicias estableció contacto con su emprendimiento para ayudarlos a desarrollar su plan. Sin embargo, su visión es lograr franquiciar su marca y recetas pero manteniendo el control de producción.
Actualmente, la empresa opera con dos locales en Chorrilos. Aemás, ha trabajado con reconocidas empresas como Mi Banco, Rimac, Copias Express, Tai Loy, Sura y Scotiabank. Su plan de expansión se enfoca en abrir dos locales en el corto plazo.
Además, en alianza con ASPEM, Bake Brothers proyecta su crecimiento a nivel internacional. Su estrategia está enfocada en ingresar a mercados como Colombia, Chile, El Salvador y Estados Unidos.
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