El avance en las conexiones de gas natural y la reanudación de operaciones de la refinería de Talara, son dos de los hechos más sobresalientes del sector energía en la región Piura, para los próximos meses. Sobre el primero, existe el temor de la paralización por la demanda de Gastalsa contra el Ministerio de Energía y Minas; de la segunda, se espera que inicie de inmediato.
Para el exviceministro de Energía, Pedro Gamio Aita, el riesgo de paralización del las conexiones de gas en Piura es un riesgo grande.
¿Se está avanzando en la masificación del gas natural?
Desde el año 2004, que empezó la explotación de Camisea, el índice de penetración de gas natural no pasa del 22%,. Tenemos crisis sanitaria y también crisis energética pues el precio del barril de petróleo está creciendo y apunta a costar 100 dólares; hoy, las amas de casa se ven afectadas por ese incremento porque un balón de gas cuesta más de 65 soles. Es una situación muy delicada porque se está afectando el bolsillo de las familias. Antes de Camisea, ya se conocía que la región Piura tenía reservas de gas en las provincias de Talara y Sechura, recurso natural que ha esperado 20 años para llegar a los hogares y hoy más de 300 mil piuranos están beneficiándose. Por eso, preocupa que por una acción judicial exista el riesgo de suspender este trabajo.
Comparte la preocupación que se detenga la masificación del gas en la región…
Existe ese riesgo y me llama la atención que se le esté dando la razón a una empresa que, cuando tuvo la oportunidad, no cumplió con Talara. Pero más allá de eso, lo que no se puede hacer es detener la masificación del gas natural. Imagínese que se quiera detener el suministro de agua por un pleito antiguo; se debe priorizar un bien jurídico fundamental que es la satisfacción de las necesidades básicas de la mayoría de la población. Si la empresa quiere seguir litigando, puede hacerlo pero sin afectar a la población. No se puede desabastecer a las familias en un momento crítico.
¿Cuáles serían los motivos de Gastalsa?
Desconozco, pero debemos pedirle al Poder Judicial que actúe con la máxima responsabilidad; además, la población debe hacer sentir su preocupación. No hay nada que justifique afectar el beneficio de la mayoría.
¿Técnicamente es posible llegar a más de 63 mil conexiones domiciliarias?
Definitivamente sí. Por ejemplo, e Fondo de Inclusión Social Energético (FISE) ha sido el gran factor de aceleración para que Lima llegue a tener 100 mil conexiones por año y esa figura se puede repetir en Piura. Pero, en este momento, se debe consolidar estas primeras 63 mil instalaciones que son más de 300 mil hogares. Se deben respetar las obras sino volveremos a la frustración que duró 20 años. Piura tiene gas propio y es una bendición para la defensa de los bolsillos de las familias piuranas.
En abril empezaría a funcionar la nueva refinería de Talara, ¿cree que hay expectativa?
Es un proyecto grande e importante, pero yo hubiera invertido esos recursos en gas. Sin embargo, ya está muy avanzado el proyecto y solo queda inaugurarlo y ponerlo al servicio de la población. Me preocupa que no esté operando el sistema de transporte del Oleoducto Norperuano porque sin petróleo propio se va a generar un mayor costo a la refinería al tener que importar el crudo para refinarlo. Está en riesgo la economía de la refinería porque la integración que justificaba la inversión ha caído severamente, es decir, su capacidad de extracción y transporte para que tenga suficiente volumen de petróleo. Hay un problema social y ambiental que resolver.
¿Los beneficios de la refinería están llegando tarde? Aire limpio o menos partículas por millón en el combustible…
Definitivamente. Esta obra era necesaria en los 90 y los 2000. Pero, en el 2022 hay que avanzar en la transición energética hacia el gas natural y las energías renovables. Saludo que Petroperú tenga una operación en Arequipa, pero sería interesante que avance con el gas natural en las siete ciudades de la sierra que no tienen este recurso. Además, se debe respetar la capacidad técnica de los profesionales, debe procurarse la meritocracia y la buena reputación. El gobierno puede ser de izquierda o derecha, pero tiene que funcionar.
¿Es relevante la producción del Lote 1? Se dice que su producción es «simbólica»…
El Lote 1, como usted lo ha dicho, es simbólica. La producción es muy pequeña, pero es bueno ello porque Petroperú debe tener caja para que pague el financiamiento de la modernización de la refinería. Pero, también tiene el Lote 64 y el 192, ambos significan mucha más producción que el Lote 1. Se necesita un socio estratégico que le otorgue a Petroperú la capacidad técnica y los recursos necesarios para esa explotación. Allí se está fallando en la gestión.
¿Existe interés por nuevas inversiones en parques eólicos como el de Talara?
Ha salido un decreto de emergencia ambiental donde uno de sus artículos señala que el estado peruano fija como meta, para el 2030, que no menos del 20% de la electricidad dependa del sol y del viento. Eso es maravilloso porque bajarían los costos del servicio eléctrico y técnicamente podemos subir cinco veces la actual capacidad. Hoy 4% del mercado se abastece con sol y viento, y de a pocos podemos aprovechar la capacidad de generar energía, abaratar la tarifa eléctrica y aprovechar la ventaja de producir sin contaminar. Hay proyectos con aprobación y expedientes listos, es una inversión mayor a los 2500 millones de dólares.
La Pampilla continúa cerrada. ¿Qué se debe hacer de inmediato?
El 73% de la economía peruana depende de los derivados de los hidrocarburos. Si se suspende las operaciones de quien maneja la cuarta parte del almacenamiento de combustible del país y el 55% de la capacidad de refinación, se pone en riesgo a la población, al transporte marítimo, al transporte de aviones, a la entrega de bienes y servicios básicos. No vayamos tras cuernos, palos. Necesitamos medidas de sanción ejemplares para los responsables del daño ambiental. Hay necesidad urgente de trabajar los sistemas de control y monitoreo porque el Perú tiene las reglas de juego. Este debe ser un punto de quiebre para nuestras instituciones.