Banánica SAC junto a la Universidad de Piura (UDEP), presentaron un proyecto donde obtuvieron productos de construcción, fabricados con grandes cantidades de residuos plásticos.
Aunque el proyecto se encuentra aún en etapa de prototipado, ya se obtuvieron grandes resultados. Por ello, el equipo está preparando la siguiente fase, donde se busca lanzar el producto al mercado.
El equipo de trabajo de este proyecto está liderado por el ingeniero Miguel Popolizio de Banánica, quien es el coordinador general del proyecto, mientras que el arquitecto Guillermo Pressiani es el investigador principal.
Asimismo, participan otros profesionales de la UDEP, entre ellos los ingenieros Hugo Fiestas, Jorge Yaksetig y José Luis Uriol.
¿Cómo nace el proyecto?
Guillermo Pressiani, arquitecto argentino y docente investigador de la facultad de Arquitectura de la UDEP, llegó al Perú en 2019, así lo contó para la agencia Andina. Además, comentó que una de sus actividades favoritas es el ciclismo. Es aquí donde notó la cantidad de basura plástica que contaminaba el medio ambiente.
En este punto, el docente ya se encontraba trabajando con sus estudiantes y colegas un primer proyecto donde transformaban plástico en pequeñas cantidades para la creación de cerramientos plásticos, es decir, muros verticales y horizontales para residenciales u hogares.
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Para realizarlo utilizaban métodos caseros. Fundían el plástico clasificado por colores, en una cocina y luego obtenían placas de todos los colores. Este procedimiento artesanal fue parte de la experimentación que les sirvió para luego realizarlo a gran escala.
Iniciativa de Banánica SAC
Por su parte, Banánica, empresa productora de frutos tropicales y subtropicales, identifico un problema en sus procesos operativos, la acumulación de basura plástica.
La empresa utiliza muchas bolsas de plástico para cubrir sus productos. A pesar de eso, por ser una empresa certificada y que se compromete con el cuidado del medio ambiente, contaban con políticas para el uso del plástico que utilizaban.
Este material era destinado a un reciclador, quien lo llevaba a plantas para hacer bolsas de material reciclado. Sin embargo, está persona no iba seguido, por ello Banánica dio paso a la implementación de algunas soluciones.
La empresa comenzó a elaborar esquineros plásticos destinados a la exportación y de esta forma crearon su propia planta recicladora, convirtiéndose en la primera del Perú, así lo indicó Ramón Alcedo, gerente de operaciones del área de pequeños productores de Banánica.
Este proyecto cubría las necesidades de la empresa en conjunto con algunas otras organizaciones con las que trabajan. Sin embargo, identificaron que el sector en general necesita con urgencia mayores prácticas responsables. En la búsqueda de soluciones y mayores alternativas surgió la alianza con UDEP.
Alianzas estratégicas
Banánica y UDEP se aliaron en 2019 para el concurso de innovación empresarial de ProInnóvate. El proyecto presentado se denominó «Diseño y fabricación de piezas constructivas a partir de la valoración de los desechos plásticos de cultivo de banano orgánico». Posteriormente, ganaron, obteniendo un fondo de 500 mil soles para desarrollar a profundidad el proyecto.
El premio les permitió asistir a congresos y visitar prestigiosas instituciones, como el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Harvard o la Universidad de Sevilla, ampliando la base de datos relevantes sobre el tema.
Además, con el dinero pudieron comprar una máquina extrusora y mayor equipamiento para encaminar el proyecto.
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Las piezas de construcción
En el proyecto se estipuló la realización de mobiliario mínimo, con lo que pudieran comprobar que las piezas se podían ensamblar sin dificultades. Por tal motivo, se seleccionó un módulo de servicios higiénicos de la plantación para renovarlo.
Se construyó una capsula de 2.20 metros por 1.20 metros de ancho, todo con un solo molde de pieza, la cual se uso para el piso y el muro, los cuales no necesitaron columnas.
Pressiani recalca que el plástico no es transmisor de calor, por lo tanto no traspasa la pieza plástica, si bien es cierto puede calentarse intensamente la parte exterior, internamente el ambiente se mantiene fresco. Además, se resalta la durabilidad de las piezas plásticas, ya que se espera que las edificaciones permanezcan por un buen tiempo.
Por último, a través de este proyecto, se busca reemplazar las casas de adobe o de barro, que son afectadas normalmente por fenómenos naturales.
El arquitecto considera que incluso este material es mucho más resistente que otros y que daría advertencias anticipadas si requiere cambiar alguna pieza, lo cual no sucedería con edificaciones de otros materiales.