El Perú cuenta con la tercera mayor cantidad de reservas de cobre del mundo. Según datos de la US Geological Survey, nuestro país participa con el 9% de los casi 880 millones de toneladas métricas de reservas globales y se ubica tras Chile (23%) y Australia (11%).
Durante el seminario Minería y Desarrollo Sostenible, organizado por ComexPerú, Víctor Fuentes, gerente de Políticas Públicas del Instituto Peruano de Economía (IPE), sostuvo que el cobre será uno de los metales más relevantes para la transición energética global, por lo que es crucial que el Perú se consolide como productor cúprico.
Expuso que la demanda aumentará sostenidamente hacia 2030, sobre todo para vehículos eléctricos, paneles solares, turbinas eólicas y nuevas redes eléctricas. “Se anticipa que la ‘demanda verde’ de cobre se triplique a casi seis millones de toneladas durante la próxima década, ante mayores ventas y uso de vehículos eléctricos”, señaló Fuentes.
Se trata, indicó, de uno de los metales estratégicos para la generación de energías limpias, lo cual contribuye al desarrollo sostenible del país y del mundo.
Luego de Perú, las reservas de cobre se encuentran en Rusia (7%), México (6%), EE.UU. (5%), Congo (3%), Polonia (4%), China (3%) y otros países (29%), de acuerdo con datos al 2022.
Minería: el principal impulsor
Según Víctor Fuentes, del IPE, la minería será el principal impulsor del crecimiento económico del Perú en 2023, luego de la recuperación registrada en febrero y marzo.
“Estimamos que buena parte del crecimiento del segundo trimestre y, en general, buena parte del crecimiento del 2023 va a estar impulsado por el sector minería”, señaló Fuentes.
Sin embargo, es importante centralizar y definir adecuadamente las competencias del sector público en cuanto a la minería, ya que actualmente hay una veintena de entidades, incluyendo los tres niveles de gobierno, involucradas en esta materia.
“El sector minero ha registrado un permanente incremento de la ‘permisología’. Son cerca de 470 procedimientos administrativos a los que se suma la escasez de personal calificado para resolver dentro de los plazos de ley”, sostuvo el representante del IPE.
Agregó que otro factor que condiciona la competitividad minera es la inadecuada gestión y atención de la conflictividad social. A marzo de 2023, se registran 73 conflictos en torno a la minería, concentrados principalmente en ocho regiones del país.