Dada la coyuntura por el Covid-19, algunas empresas han encontrado oportunidades para optimizar sus servicios con el objetivo de volverse más rentables y productivas.
En este sentido, el mantenimiento ha sido uno de los más atractivos para las organizaciones en el 2020 y lo que va del 2021.
El gerente de Mantenimiento y Servicios Auxiliares del Grupo EULEN Perú, Javier Ramos, afirmó que una empresa que hace autogestión de mantenimiento puede ahorrarle por encima del 20% a sus clientes si opta por la tercerización.
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Precisó que las empresas dedicadas formalmente al rubro en el Perú (entre 10 y 12), mueven alrededor de 250 millones de soles al año.
“Sin embargo, aún se debe erradicar el concepto que tercerizar este servicio es caro. Una empresa especializada en brindar servicios de Mantenimiento y Facility justamente optimiza los recursos y genera valor al cliente”, subrayó.
Ramos agregó que es clave entender que un plan de mantenimiento preventivo y correctivo lo primero que genera es durabilidad en el tiempo y menos gasto de inversión por adquirir cualquier equipo o activo nuevo.
El especialista comentó que hay nichos de mercado en los que se visualiza mayores oportunidades para el negocio de mantenimiento como plantas industriales, sector salud, edificios, centros comerciales, entre otros.
Oferta
Estos son los servicios que se ofrecen en el mercado de mantenimiento:
- Gasfitería
- Electricidad
- Obras civiles
- Equipos de refrigeración
- Instalaciones medianas y grandes
- Plantas industriales
- Desarrollo y gestión en temas de ITSE
Dependiendo del tipo de industria, los más solicitados por las empresas peruanas suelen ser, en general, servicios de electricidad, gasfitería, carpintería; seguidos por los servicios más especializados como mantenimiento de aires acondicionados, máquinas de producción e instalaciones en general.
Informalidad
Aproximadamente, solo el 75% de las empresas formales en el Perú tiene un plan de mantenimiento continuo de todas sus instalaciones y equipos.
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Ramos explicó que esto sucede porque existe una tendencia a ser muy reactivos, es decir, que se espera que algo empiece a fallar para actuar. Esto hace que el escenario no sea muy alentador.
Según dijo, es importante que las empresas no descuiden sus instalaciones aún en este momento en donde la mayoría de personas realiza teletrabajo y ya casi no va a la oficina.
“Si no se realiza una revisión mensual de lo que hay dentro de una instalación, el problema puede ser mucho mayor cuando llegue el momento del retorno presencial”, puntualizó.