El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) proyectó que Perú cerrará el 2024 con un crecimiento económico de 3.2%, posicionándose como el país de mayor expansión en América Latina. Así lo afirmó el ministro José Arista en una reciente entrevista, donde destacó que el esfuerzo gubernamental y privado ha sentado las bases para un sólido desempeño económico, a pesar de los desafíos que enfrenta el país.
Un crecimiento que resalta en la región
Con esta proyección, Perú supera las estimaciones de crecimiento de sus vecinos regionales. Este desempeño refleja la resiliencia de su economía frente a factores adversos, como la inseguridad ciudadana y las incertidumbres globales.
Según Arista, si no fuera por el impacto negativo de la inseguridad, el país podría haber alcanzado un crecimiento de hasta 5.2%, lo que evidencia un gran potencial aún por desarrollar.
El ministro subrayó que, de acuerdo con estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), los problemas de seguridad reducen el Producto Bruto Interno (PBI) de los países en aproximadamente 2 puntos porcentuales. Por ello, remarcó la importancia de fortalecer la seguridad como un pilar clave para impulsar la actividad económica.
Expectativas positivas para el 2025
El panorama para el próximo año también luce prometedor. Arista anticipó que el 2025 estará marcado por la creación de 470,000 nuevos empleos y una mejora en las expectativas de inversión privada. Además, el sector financiero, que ya muestra señales de recuperación, será un actor relevante en el crecimiento sostenido del país.
“El trabajo realizado este año está generando resultados tangibles, y esto nos permite proyectar un 2025 aún más positivo”, comentó el titular del MEF. Estas declaraciones reflejan la confianza en la capacidad del Perú para mantener su posición de liderazgo en la región.
A pesar de las buenas perspectivas, Arista hizo hincapié en los retos internos que deben abordarse para maximizar el crecimiento económico. La inseguridad ciudadana no solo afecta la calidad de vida, sino también la confianza empresarial y el desarrollo de nuevas inversiones. En este contexto, el ministro destacó la necesidad de implementar políticas efectivas que promuevan un entorno más seguro y estable para todos los actores económicos.