En el Perú, el 99,8% de las empresas del país son microempresas, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) y solo generan el 20% de las ventas totales en el país, por lo que requieren mejorar su competitividad y productividad, mientras la grandes empresas que concentran el 80% restante.
Así lo informó el presidente del Gremio de la Pequeña Empresa de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Jorge Ochoa, durante el «XIV Expo Pyme – Lima Norte: Rumbo al éxito empresarial 2018”. Precisó que en nuestro país las principales actividades de las Mipymes están concentradas en los rubros de comercio (47%) y servicios (38%) seguido de manufactura (10%).
Asimismo refirió que este sector empresarial registra un bajo nivel de participación en las exportaciones (9,3%), con envíos que en términos de valor apenas superaron los US$ 4.100 millones en el 2017. Ello difiere con los valores de exportación que registran las grandes empresas, las cuales registran ventas al exterior por más de US$ 40.000 millones.
“Esto se debe a que las microempresas, pequeñas y medianas empresas enfrentan grandes desafíos, requiriendo una política tributaria y laboral que promuevan su desarrollo e incrementen su productividad y competitividad. En una economía globalizada, el desafío es lograr negocios peruanos de clase mundial con proyección internacional considerando que nuestro país es la sexta economía con mayor nivel de emprendimiento en el mundo”, precisó.
En el evento organizado por el Gremio de la Pequeña Empresa de la CCL, Ochoa afirmó que en las Pymes, existe el anhelo de convertirse en grandes empresas.
“Para los empresarios emergentes es necesario eliminar las barreras burocráticas. Esta tramitología no solo reduce la competitividad de las empresas, sino que también encarece los trámites, porque al haber un exceso de estos, se pierde mucho tiempo y, además, de manera indirecta, motivan a algunos malos empresarios a caer en la tentación de incurrir en malas prácticas”, aseveró.
Problemática de las Mypes
Entre los factores que frenan el crecimiento de las Pymes figuran la exagerada carga impositiva, la poca asociatividad, el reducido acceso a la tecnología, dificultades para conseguir financiamiento, la entrada a nuevos mercados, las barreras burocráticas y la rigidez laboral.
A ello se suma la limitada participación en los procesos de compras estatales, baja calidad de bienes y servicios, así como la escasa capacitación. “Ello conlleva a una baja competitividad obligándolas a pasar a la informalidad”, refirió Ochoa.
Cabe mencionar que las mypes que existen en el Perú acceden a los créditos del sistema financiero peruano pagando una tasa de interés 8 veces más elevada que la que se le cobra a una empresa grande.