Tenía 19 años y estudiaba Administración de Negocios Internacionales. En ese momento, le propusieron el puesto de practicante de logística de una empresa minera. Fue allí, sin saberlo aún, donde comenzaría a construir su trayectoria laboral de emprendedora.
Amado fundó su primer negocio: venta de productos naturales. Pero, lo aprendido en minería pesó más. En plena pandemia, emprendió en el sector minero: Deep Pit Technology, una startup que usa la Inteligencia Artificial para transformar las operaciones mineras. Inició con una inversión de US$ 20,000, de sus fondos personales, para luego lograr levantar rondas de inversión que llegaron a los US$ 150,000.
Con el tiempo, Melissa Amado fue la primera mujer peruana fundadora de una startup en minería y el aprendizaje la convenció para trabajar en incrementar la presencia de la mujer en startups y en sectores donde hay más profesionales varones. Sobre ello, dialogó con Infomercado.
En un artículo revelas que sólo el 5% de los equipos fundadores de startups y scaleupss en Latinoamérica las integran mujeres. ¿Por qué tan bajos porcentajes de participación?
Efectivamente. Creo que las mujeres nos enfocamos en romper barreras y lograr mayor inclusión en startups. Esa baja cifra de mujeres emprendedoras en Latinoamérica se debe a que aún hay pocas en carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics). Falta confianza para salir adelante y mostrar proyectos.
¿Alguna responsabilidad de las universidades?
Las universidades sí son competitivas en desarrollar e impulsar carreras STEM, pero somos pocas las mujeres visibles que logramos éxito. Las estudiantes nos ven como ejemplo a seguir, pero somos minoría. En las universidades, algunas ven estas carreras masculinizadas. Es por ello que cuento mi experiencia en minería, tecnología y negocios para demostrar que es posible. Siempre digo que se necesitan ambos géneros en organizaciones y startups.
Asimismo, también depende del compromiso actual de las mujeres con estas carreras. Recordemos que en los 50 y 60 destacaron en tecnología y programación. Luego bajó por roles de género, pero seguimos potenciando ese camino e incentivando la participación femenina.
¿Hay potencial o son una realidad escondida?
Investigaciones realizadas por universidades como Harvard señalan que las startups lideradas por mujeres o compuestas por talento femenino están teniendo mayor productividad y mayores ganancias, porque está demostrado que las mujeres somos mucho más organizadoras, podemos buscar mucho más rápido capital, o sea, más inversionistas, y somos muy creativas.
Tomando en cuenta la realidad del Perú, ¿dónde podríamos buscar un incremento a esta carencia?
Podemos atacar por ese lado del 2% de startups fundadas por mujeres que han logrado levantar ronda de capital. Es un momento importante para dar enfoque al talento femenino, aprovechemos que están naciendo más talentos, más mujeres founders. Si lo vamos a atacar ese 2%, el próximo año podríamos llegar a un 10% o un 15%. Me atrevo a decir eso porque cada vez hay más organizaciones e iniciativas lideradas por mujeres ayudando a mujeres.
Propones acciones para mejorar y mencionas «liderazgo genuino». ¿Qué implica?
Para mí liderazgo es influir positivamente. Liderazgo genuino es transmitir tu esencia, experiencia y verdad con humildad para conectar con más personas. Por ejemplo, soy de provincia, de Huánuco, pero estudié en Lima, me preparé. Eso es liderazgo genuino.
Además, propones hacer «networking estratégico». ¿Cuál es la diferencia del tradicional?
El networking es increíble para buscar oportunidades, pero el estratégico consiste en saber dónde moverte para conseguir un objetivo. Por ejemplo, en el evento PECAP en Piura, mujeres buscando capital pueden hacer networking estratégico porque encuentran fundadores, capital de riesgo, docentes. Son nexos valiosos para crecer. Son esos nexos casi perfectos que te van a ayudar a llevar tu negocio al siguiente nivel o te llevan a tu crecimiento mental, porque también para emprender necesitas un ecosistema de crecimiento mental y de esta manera poder difundirlo en tu organización.
Por otro lado, mencionas la dificultad para acceder a fondos. ¿Sucede también en el mundo digital de emprendedoras?
Sí, totalmente. En mi experiencia de levantar capital, les llamaba la atención mi perfil de minería y tecnología. Veían raro que una mujer liderara eso y dudaban de mis capacidades y experiencia por ser joven. Pero al mostrar data e integrarnos en hubs de innovación, nos tomaron en serio.
Es clave el profesionalismo, aunque seamos jóvenes. Debemos creer en nosotros y en nuestro equipo, trabajando con data real para demostrar capacidad.
Cuando una mujer emprende, suele pensar en negocios tradicionales porque parecen funcionar. ¿Cómo mostrarles fórmulas alternativas como e-commerce de valor agregado?
Es bueno que se capaciten en herramientas tecnológicas y plataformas virtuales. Conozco mujeres sin perfil tecnológico que impactan exportando productos y servicios. Pueden especializarse en páginas web, aplicativos, redes sociales, para digitalizar un negocio y llegar a más personas. Importa la pasión y profesionalismo para conectar.
Yo empecé en productos orgánicos. Fui a ferias para aprender del ecosistema, aunque algunos celaban información. Si perseveras y vas a lugares estratégicos, obtienes conocimientos para tu emprendimiento. Luego me integré a plataformas de PromPerú y Exporta Fácil que me inspiraron a exportar poco a otros mercados. Hay que unirse a quienes ya lo hacen para motivarse.
¿Consideras que regiones aportan innovación o todo se centraliza en Lima?
Vi un ecosistema innovador increíble en Piura, con líderes en tecnología uniendo educación, negocios, capital de riesgo, startups. Eso inspirará a otros en Arequipa, Tarapoto y más provincias. Sentí que Lima mira ahora a Piura. Así como Arequipa tiene Perumin, Piura puede liderar innovación y descentralizarla. Le trasladaré esta idea a Carlos Rodríguez.
