Una emprendedora peruana logró lo impensable: enfrentarse a una de las marcas más poderosas del mundo y salir victoriosa. Zoila Luz Bañez Leyva, creadora de la marca DOUTDES, obtuvo el respaldo del Indecopi. Esto fue frente a una oposición legal presentada por The Coca-Cola Company, que alegaba similitudes gráficas con su famosa “cinta ondulante”. Conoce los detalles de cómo una peruana vence a CocaCola.
¿Qué alegó Coca-Cola en disputa por marca registrada?
La multinacional estadounidense argumentó que el logotipo de DOUTDES se parecía visualmente a elementos gráficos utilizados en sus marcas Coca-Cola y Coke, lo que podría inducir a error o confusión en el consumidor.
Indecopi descarta similitud entre marcas
Tras un análisis técnico y legal, la Sala Especializada en Propiedad Intelectual del Indecopi concluyó que no existen semejanzas fonéticas ni visuales entre ambas marcas. Además, destacó que los productos que cada una identifica pertenecen a rubros distintos. Esto incluye ropa y calzado en el caso de DOUTDES, y bebidas no alcohólicas para Coca-Cola. Así fue como una peruana vence a CocaCola en esta cuestión legal.
No hubo aprovechamiento de la notoriedad
Indecopi también descartó que la marca de la emprendedora intente aprovechar la notoriedad de Coca-Cola. También determinó que no representa un riesgo para el valor publicitario de la multinacional. Así, se eliminó cualquier posibilidad de asociación empresarial entre ambas marcas. En resumen, se demuestra que una peruana vence a CocaCola sin el fin de aprovechar la notoriedad de la marca.
Peruana vence a CocaCola: Resolución final a favor de DOUTDES
La decisión fue formalizada mediante la Resolución N.º 0446-2025/TPI-INDECOPI, emitida el 17 de marzo de 2025. Esta resolución confirma lo resuelto en primera instancia y autoriza el registro oficial de la marca DOUTDES.
Esta victoria representa más que un triunfo personal: es un mensaje claro de respaldo al emprendimiento nacional. También subraya la importancia de proteger adecuadamente los signos distintivos. Es fundamental confiar en los mecanismos de defensa que ofrece el sistema de propiedad intelectual en el país.