La ONU publicó un informe respecto a la inseguridad alimentaria y el riesgo que representa para el bienestar de la población peruana. En este se señala que a nivel mundial, su prevalencia es amplia—más de lo que debería ser—convirtiéndose en una nueva amenaza al bienestar global.
Sin embargo, con la publicación del reporte titulado The Lancet Countdown 2022 se detecta otro factor de riesgo, que aunque por sí mismo resulta de cuidado, también contribuye a agravar el problema de la inseguridad alimentaria. Ello, a pesar de que su relación no sea evidente. Esta investigación se centra en analizar el impacto del cambio climático en el bienestar humano.
Desde hace años, la crisis climática es una tema recurrente. Se anuncian catástrofes que, progresivamente, se van a presentar en nuestro planeta. Cuando se realizan proyecciones a futuro, puede resultar difícil observarlas como realidades inminentes o cercanas. Sin embargo, los estragos de la crisis climática se está evidenciando aquí y ahora.
Uno de los principales efectos del cambio climático es el impacto en el rendimiento de las cosechas, especialmente en lo relacionado al aumento de las temperaturas. Algunas de las regiones que registran un incremento pronunciado y prolongado son Áncash, Cajamarca y Huánuco. Además, se menciona que ciudades como Arequipa y Chiclayo, que en el corazón de sus urbes, no cuentan con vastedad de áreas verdes, se verían aún más predispuestos a registrar olas de calor. También se consideró que Piura y Tumbes podrían ver elevadas sus temperaturas.
Otros fenómenos
Asimismo, la doctora en Epidemiología y especialista en Salud Pública, Gabriela Salmón, en el presente año anuncia que fenómenos, como el del Niño, se darán con mayor frecuencia. Por si fuera poco, Salmón afirma que estos se verán acompañados de lluvias torrenciales y sequías.
En general, el pronóstico no es auspicioso. Los expertos aseveran que los estragos serán visibles en todo el país, aunque con ciertas manifestaciones distintas entre sí. En tal sentido, la zona sur experimentaría un cambio sustancial en sus condiciones medioambientales. Estas tomarían forma de fuertes sequías que afecta el estilo de vida de aquellos que viven de la tierra.
“En el Perú estamos avanzando lento, no se sabe si se llega a entender la magnitud del problema o cuánto puede llegar a impactar directamente en cada uno de los ciudadanos, en las diversas regiones del país, no se comprende la magnitud del fenómeno, y hay quienes aún lo ven como algo muy lejano, eso tiene que cambiar ahora para no lamentar pérdidas más adelante”, concluyó.