Todavía no está claro si bitcoin y las criptomonedas en su conjunto tendrán un hueco destacado en la economía del futuro, y tras lo de ocurrido con Luna incluso las stablecoins, que hasta ahora se creía que estaban vinculadas a un activo Fiat fuerte, están bajo la lupa de la duda.
Al fin y al cabo, son un activo demasiado joven para tener datos suficientes sobre su viabilidad, pero no es menos cierto que incluso activos tan prestigiosos como las acciones de Amazon han caído tanto que han perdido toda la cotización ganada desde el inicio de la pandemia, y bitcoin, a pesar de haber perdido una buena parte del valor que llegó a tener, todavía se mantiene muy por encima del máximo alcanzado en el 2017 y del precio que tenía cuando el virus se extendió fuera de Asia y comenzaron los confinamientos masivos, lo que no hace menos arriesgado invertir en estos activos, pero quizás sí que ayude a salvar la cara de bitcoin entre aquellos que confían en que esto sea la mezcla de una natural corrección del precio y los efectos del terremoto causado por Luna.
Aún así la adopción de criptomonedas sigue avanzando pasito a pasito, y es que recientemente la República Centroafricana ha adoptado a bitcoin como una divisa más de curso legal en su territorio.
Adopción de bitcoin en el mundo
La República Centroafricana, que es no sólo uno de los países más pobres de África sino del mundo entero, anunció el mes de abril su intención de aceptar a bitcoin como una moneda oficial más en su país junto con el franco CFA, una divisa que es la oficial de catorce países africanos de los cuales doce estuvieron bajo la administración colonial francesa y que a su vez está respaldada por Francia a cambio de ciertas contraprestaciones como la participación de la potencia europea en la definición de la política monetaria de los países que la han adoptado como divisa.
En palabras del jefe del gabinete de la Presidencia esta “decisión histórica representa un paso decisivo hacia la apertura de nuevas oportunidades para nuestro país”, lo que podría proporcionar al país cierta independencia de monedas como el dólar o de su propia divisa que, recordemos, está respaldada y por lo tanto influida por el Tesoro francés, siempre y cuando el par BTC/USD termine por ser algo más estable, dado que la volatilidad actual lo hace demasiado arriesgado, más como activo con el que especular si se comprenden los riesgos, a pesar de lo cual El Salvador ha llevado su apuesta por bitcoin mucho más lejos que la República Centroafricana.
El Gobierno del Salvador está realizando compras periódicas de bitcoin, y la reciente caída ha sido vista como una oportunidad para las autoridades para hacer crecer la reserva de esta criptomoneda a buenos precios, con la esperanza de que en un futuro el precio de la misma cumpla las expectativas alcistas más optimistas, lo que podría hacer que se esquive la amenaza del default financiero que algunos analistas vaticinan para el país centroamericano en gran parte debido a la fuerte apuesta inversora del país presidido por Nayib Bukele en un activo que ha caído tanto a pesar de tener que cumplir con varias obligaciones que alcanzan los ochocientos millones de dólares antes del año que viene.
En cuanto los inversores institucionales, que son grandes fondos de inversión, existen opiniones para todos los gustos, ya que mientras unos analistas opinan que dichos fondos han perdido interés en bitcoin, otros tienen una visión totalmente contrapuesta, opinando que cada vez más este tipo de grandes inversores están añadiendo bitcoin a sus portfolios, aunque países como Alemania han limitado el porcentaje que estos fondos pueden empeñar en un activo tan volátil para que una situación como la actual no pueda poner en grave riesgo a toda la economía del país, de la misma forma que la sobreexposición a activos que terminaron convertidos en burbujas financieras en el pasado supusieron el crack de economías enteras en Europa, o lo habrían supuesto de no ser por el respaldo del BCE, como ocurrió en España, país que creció a gran ritmo debido a la industria de la construcción para luego contraerse con fuerza una vez estalló la crisis del 2008, una lección para todo aquel que decida invertir en un activo tan volátil como las criptomonedas.