En un reciente informe del Banco Mundial, denominado «Competencia: ¿el ingrediente que falta para crecer?», se ha revelado que la economía peruana proyecta un crecimiento del 2.7% para el año 2024 y del 2.4% para el siguiente año.
Según las proyecciones anteriores de este organismo, en enero, se previó un crecimiento del 2.5% para este año y del 2.3% para el 2025 en Perú.
América Latina
Las proyecciones de crecimiento que presenta el Banco Mundial, respecto a América Latina y el Caribe, es del 1.6% en 2024, y del 2.7% para el 2025, cifras que se posicionan como las más bajas en comparación con todas las demás regiones del mundo, consideradas insuficientes para impulsar la prosperidad.
¿Cuáles son los factores?
Según el organismo, América Latina y el Caribe se encuentran en una coyuntura crítica, con leves avances en la estabilización económica en las últimas décadas, sin embargo, presenta un estancamiento económico
Entre los factores que contribuyen a estas cifras se encuentran:
- Los bajos niveles de inversión y consumo interno
- Las altas tasas de interés
- Los elevados déficits fiscales
- La caída de los precios de las materias primas
- La incertidumbre en las perspectivas de socios importantes como Estados Unidos, China, Europa y otros países del G7.
Asimismo, se advierte que un escenario global adverso, marcado por tensiones geopolíticas y problemas como las interrupciones en el transporte a través del Canal de Suez y el fenómeno de El Niño, podría impactar aún más las perspectivas regionales.
Políticas de competencia
El Banco Mundial resalta que fomentar la competencia es esencial para reactivar la economía y recuperar la confianza de los inversores.
Cuando la competencia se basa en políticas, instituciones y marcos sólidos, se estimula la innovación empresarial, la eficiencia y los avances tecnológicos.
Asimismo, se destaca la urgencia de mejorar los niveles de competencia en la región, ya que la falta de la misma debilita la innovación y la productividad, además, perjudica a los consumidores con costos más altos en comparación con el resto del mundo.
El informe del Banco Mundial examina las causas de este escenario, destacando la concentración del panorama empresarial y el contraste entre unas pocas grandes empresas que dominan los mercados y numerosas pequeñas empresas.
Además, a pesar de la existencia de agencias y leyes de competencia en muchos países de la región, su aplicación es débil debido a la falta de fondos o personal suficiente. Las firmas poderosas suelen influir en las políticas gubernamentales, lo que reduce la eficacia de las leyes de competencia.