Con la finalidad de reducir pérdidas en exportaciones de arándanos, investigadores de la Universidad Privada del Norte (UPN) desarrollarán nanopartículas de metales biosintetizadas a partir de los residuos de los arándanos, que al combinarlos con bioplásticos.
El Dr. David Ángel Asmat Campos, docente investigador de la UPN y responsable técnico del proyecto, señala que la agroexportación y al largo trayecto que deben recorrer los arándanos y otros productos terminan desechándose.
David Ángel Asmat señaló en una entrevista para la Agencia de Noticias Andina lo siguiente:
«Una de las empresas que están colaborando en nuestro proyecto, AGROVISION PERÚ, nos comenta que cuando se exporta el arándano en congelado, hay mermas que generan la pérdida de entre 1.5% y 3% de la masa total. Si lo vemos en cantidades o toneladas, representa una pérdida bastante significativa de dinero»
David Ángel Asmat Campos.
Además, debido a la deficiente conservación, pueden producirse cambios indeseables en la textura del arándano y desarrollarse microorganismos que aceleran el deterioro de los berries, cuyas exportaciones nacionales totalizaron cerca de US$ 1.372.765.231 en 2022.
¿Hay pérdidas en el arándano?
Al mes se registran altos índices de pérdida en su producción, al igual que ocurre con otros alimentos. Pero estos residuos cuentan con un gran potencial para que sean aprovechados en la extracción de compuestos bioactivos, de los cuales se puede sintetizar o fabricar nanopartículas metálicas.
¿Qué funciones cumplen las nanopartículas?
Las nanopartículas podrán ser incorporadas en bioplásticos para cumplir dos funciones: evitar la deshidratación del producto y, por consiguiente, la generación de microorganismos internos que malogren el fruto. Incluso, estos plásticos serían biodegradables, con el objetivo de proteger el medio ambiente.
