El gobierno de Dina Boluarte se pronunció este lunes por la muerte de más de una decena de personas durante las manifestaciones ciudadanas en Puno. Sin embargo, no asumió su responsabilidad política por estos trágicos acontecimientos.
Alberto Otárola, presidente del Consejo de Ministros, dijo en su pronunciamiento que lamenta las muertes y anunció que enviará a una comisión de alto nivel para dialogar y llevar ayuda humanitaria.
Consideró que el gobierno busca recuperar el orden interno en Puno, en referencia al intento de toma del aeropuerto de Juliaca, tras lo cual hubo enfrentamientos entre manifestantes y policías.
“Más de 9 mil personas se aproximaron al aeropuerto de Juliaca y 2 mil de estas iniciaron un ataque sin cuartel contra la Policía Nacional y las instalaciones, utilizando armas hechizas y con doble carga de pólvora, generando una situación extrema”, expresó.
Otárola responsabilizó de las muertes a «quienes quieren dar un golpe de Estado en el país«, sin asumir su responsabilidad como gobierno a cargo de las fuerzas policiales y armadas.
«Lo que está sucediendo es una resaca del golpe de Estado en el país, aquellos azuzadores y violentistas que no pudieron enervar al Estado peruano, quebrar la democracia y quisieron derribar las instalaciones públicas en la asonada que se inició el 7 de diciembre del año pasado y que hoy se ha dado un nuevo paso”, sostuvo el premier.
Asimismo, hizo un nuevo llamado a la Fiscalía de la Nación para que investigue «estas muertes que afectan a todos los peruanos y nos conmueven».
