La Declaración Jurada de Beneficiario Final, presentada ante la Sunat, es crucial para que las compañías identifiquen y declaren a las personas que realmente poseen o controlan la entidad. Esto ayuda a prevenir el uso de estructuras corporativas complejas que podrían ocultar actividades ilícitas. ¿Qué sucede si se incumple este proceso? Aquí los detalles.
En el ámbito tributario, la falta de información precisa en los documentos regulatorios puede traer serios problemas fiscales a las empresas.
¿Por qué es importante actualizar esta declaración?
Cuando hay cambios en la propiedad accionaria o en la estructura operativa de una empresa, la normativa exige que se actualice la Declaración Jurada de Beneficiario Final. Esto debe hacerse dentro de los 30 días posteriores a cualquier modificación relevante. Además, al final de cada ejercicio fiscal, es necesario revisar si ha habido cambios y actualizar la información de ser necesario.
¿Cuándo es la fecha límite?
Para este ejercicio fiscal 2024, las entidades como Patrimonios Fideicometidos, Fondos de Inversión, y Consorcios deben presentar la declaración de Beneficiario Final antes del 15 de julio.
¿Cuáles son las consecuencias por incumplimiento?
No cumplir con esta obligación puede resultar en multas significativas para las empresas. Las multas pueden ascender al 0.6% de los Ingresos Netos, con un mínimo de 5 UIT y un máximo de 50 UIT.
Es crucial que las empresas estén al tanto de estas obligaciones para evitar sanciones y asegurar el cumplimiento de las normativas tributarias vigentes.