El estudio de abogados Montes Delgado realizará su VIII Desayuno Empresarial. Este año, el evento se ha denominado: «Entre el desgobierno y el desconcierto». Conversamos con Daniel Montes, socio fundador de Montes Delgado Abogados, para que nos brinde algunos alcances de esta iniciativa.
Se va a desarrollar el octavo desayuno empresarial, ¿cuál es el balance de siete años de esta actividad?
Desde que comenzamos nuestra segunda etapa del Estudio, en 2012, decidimos tener un evento anual que fuera una expresión de todo aquello que hubiéramos observado y vivido en el año a través del servicio a los clientes, porque es importante siempre reflexionar sobre lo experimentado, sacar conclusiones, aprender lecciones, resumir las experiencias y, además, proyectarse un poco al futuro, para estar preparados. Por otro lado, lo pensamos también como una forma de aportar al debate y la discusión de temas relevantes para la región y el país. Por eso, el balance de cada año abarca lo legal, político y económico, que son áreas que se interrelacionan. Y hemos visto, con satisfaccion, que nuestros clientes y el publico empresarial en general, han encontrado un espacio, en estos eventos, que les aporta justamente para tener esa vision de conjunto.
¿Qué aspectos consideraron para que el octavo desayuno lleve dicha denominación?
Cada año damos un titulo al evento que pretende resumir un poco lo vivido. Es de todos conocido que, en medio de estas luchas políticas que nos agobian, el gobierno eficaz del país se ha dejado de lado, de allí la mención al desgobierno. Y, de otro lado, con los eventos últimos, que han remecido a los tres poderes del Estado, ejecutivo, legislativo y judicial, tenemos una sensación de desconcierto e incertidumbre, tanto que no sabemos bien que es lo que puede venir en el corto plazo. Ya casi nada sorprende en el Perú y nos tienen todos los días con alguna novedad de los temas ahora llamados «político-judiciales», porque ya no solo es política lo que vemos; pero quizá debería sorprendernos que, a pesar de todo ello, el país siga avanzando, aunque sea lentamente, aunque no sabemos cuanto tiempo puede aguantar esa situación.
¿Cuál es el aporte de un estudio de abogados con respecto a la inversión pública y privada de las regiones?
Dependiendo del rol y el puesto del abogado de que se trate, un buen profesional debe siempre procurar que las cosas se hagan bien y correctamente, cautelando los intereses de su cliente, ya sea el Estado o una empresa privada, de modo que finalmente las inversiones se traduzcan en bienestar para toda la sociedad. La ejecución de inversiones, especialmente en infraestructura, es de suma importancia para el crecimiento del país, de allí que sea vital que las obras se concreten. Es lamentable ver muchas obras inconclusas, judicializadas o simplemente abandonadas. Esto no debería pasar.
¿Cree que hacen faltan abogados especializados para la coyuntura de inversión privada en las regiones?
En la región hay cada vez mas abogados que se especializan en atender a empresas, incluyendo temas de inversión, por supuesto. En cuanto a esa oferta de servicios, creemos que existe. Lo que puede faltar de parte de los abogados, algunas veces, es el conocimiento o la experiencia interdisciplinaria que les permita conocer realmente a sus clientes, entender de verdad cuales son los intereses que deben protegerse y, por tanto, la forma adecuada, desde todo punto de vista, de solucionar el problema o encontrar una ruta para hacer las cosas. El abogado de empresas debe ser, en ese sentido, un poco empresario también, y para ello debe interesarse y conocer de contabilidad, economía, finanzas, logística, recursos humanos, etc. De otro modo puede terminar dando recetas de libro de texto a una empresa que necesita una solución creativa que tenga en cuenta todas las aristas de una situación real.
En épocas de destapes de corrupción en grandes obras del estado realizadas por privados, ¿cuál es la tarea pendiente de los estudios de abogados y, el abogado en particular, en esta coyuntura?
Como dijimos, nuestra responsabilidad es la de cautelar intereses, empezando por el interes de la sociedad. De alli que lo primero es una conducta etica indispensable de parte de todos los actores economicos y de sus abogados. Lo segundo es la eficacia con la cual debemos actuar frente a hechos de corrupcion, llevando a cabo los procesos legales correspondientes de modo que se consiga sancionar verdaderamente esos casos y se acabe la sensacion de impunidad existente.
En el 2021, Año del Bicentenario, Montes Delgado realizaría su décimo desayuno empresarial. De acuerdo a esas coincidencias, ¿cómo proyecta a la región y al país?
Esperamos que al 2021 se haya iniciado el proceso de ejecución de los grandes proyectos de prevención de desastres naturales, con el manejo integral del río Piura, la construcción de un sistema de drenaje pluvial para la capital de la región y otras ciudades y se elimine el riesgo de inundaciones y corte de carreteras y servicios básicos. Eso es algo que Piura debe exigir, no rogar, porque no solo somos piuranos, sino que somos peruanos y nos merecemos que el Estado haga lo necesario para asegurar condiciones mínimas de sostenibilidad de la región. No podemos seguir viviendo de espaldas a la realidad de un territorio rico y maravilloso pero que tiene graves amenazas para una población que no cuenta con la infraestructura que le permita controlar mínimamente esa naturaleza y la haga trabajar a su favor. En cuanto al país, esperamos que el manejo político se encauce dentro de lo que debe ser, la búsqueda del bien común y ya no estemos expectando estas luchas fratricidas, con actores políticos que no nos representan. Esperamos que ya estemos empezando a tener orden, seguridad, confianza en los poderes públicos y una economía que facilite los negocios.