Apple intentaba compensar la lenta demanda de iPhones incrementando los precios de su producto más importante, pero esa estrategia parece haber resultado contraproducente después del declive de ventas durante la temporada de compras navideñas.
Ahora, el director general Tim Cook enfrenta su mayor desafío desde que reemplazó a Steve Jobs hace siete años y medio. Incluso en momentos en los que intenta impulsar las ventas del iPhone, Cook también debe demostrar que Apple aún puede prosperar, incluso si la demanda no se recupera.
Parece ser una lucha cuesta arriba, considerando que las acciones de Apple han perdido un tercio de su valor en menos de cuatro meses, borrando alrededor de US$ 370,000 millones de las manos de los accionistas.
Ese declive en el producto más redituable de Apple provocó que las ganancias totales de la compañía en el último trimestre del año cayeran ligeramente a US$ 20,000 millones.
«Es un momento que definirá a Cook», dijo el analista de Wedbush Securities, Daniel Ives. «Ha perdido cierta credibilidad en Wall Street, así que ahora debe hacer algunas enmiendas mientras la compañía ingresa a su siguiente capítulo».
Además del declive de ganancias, los ingresos de Apple cayeron 5% respecto al año pasado a US$ 84,000 millones.
Los daños fueron provocados por el declive del iPhone, cuyas ventas se desplomaron a US$ 52,000 millones, una pérdida de más de US$ 9,000 millones respecto al año anterior.
Fuente: Gestión
