Es sabido por todos que el rol del empresario peruano representa un factor de suma importancia para el desarrollo económico del país, siendo aún más necesario su involucramiento en medio de esta aguda crisis política a la que hoy nos enfrentamos. Es por ello que, el Gobierno, en búsqueda de incentivar la inversión privada y reactivar el empleo, ha implementado políticas económicas y aprobado leyes que permiten solventar la reactivación de las micro, pequeñas y medianas empresas.
Entre las políticas más destacadas se encuentran el Plan “Con Punche Perú”, presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas. Este programa tiene como finalidad impulsar la reactivación económica a nivel nacional y regional a través de 3 ejes:
- Eje 1: Reactivación de la economía familiar en colaboración del MIDIS y programas sociales;
- Eje 2: Reactivación regional, incremento en la ejecución de inversión pública; y,
- Eje 3: Reactivación Sectorial, dirigido a impulsar el crecimiento de los pequeños emprendedores a través de 5 acciones claves; destacándose entre estas, la ampliación, hasta el 30 de junio del año 2023, del plazo máximo para acogerse a la reprogramación de los créditos otorgados mediante el Programa Reactiva y del Fondo de Apoyo Empresarial del sector Turismo; así como el otorgar nuevos créditos para los sectores Textil y Confección, teniendo como beneficiarias hasta 407,980 empresas con créditos vigentes . Otra de las acciones está dirigida al sector agro, con la atención de 600 planes de negocios agrarios de pequeños y medianos productores, esto a través del Programa de Compensaciones para la competitividad – Agroideas.
Asimismo, el 09 de febrero fue aprobada la Ley 31683, ley que promueve la reactivación de las micro, pequeñas y medianas empresas a través del Fondo Mipyme Emprendedor, autorizando la transferencia de hasta 150 millones de soles a favor de la Corporación Financiera de Desarrollo – COFIDE, quién será la encargada de administrar los recursos de dicho fondo para el financiamiento de las empresas beneficiarias.
Estos recursos están destinados a impulsar instrumentos no financieros de apoyo a las Mipyme, es decir cofinanciamiento para la adquisición de activos fijos, tales como maquinarias y equipos, adopción de tecnologías, consolidación financiera y compra de deuda.
Todo esto, a través de los diferentes programas públicos que brinda el estado, como Startup Perú, Mypes Reactivadas, Programa de Apoyo a la Internacionalización, Programa de Apoyo a Clústeres, entre otros. Asimismo, la Ley también extiende los criterios de elegibilidad para los beneficiarios del Fondo de Apoyo Empresarial para el Sector Textil y Confección – FAE-Texco –, donde se añade que podrán acceder a los créditos microempresas, pequeñas y medianas empresas, siempre que sus ventas anuales del último ejercicio sean hasta 2300 UIT (S/ 11 millones 385 mil).
A lo anterior, se suma la reciente publicación del reglamento de la Ley 31658, la misma que crea el Programa Impulso Empresarial MYPE – IMPULSO MYPERU, mediante el cual se otorga una garantía del gobierno para créditos generados en favor de las MYPES. Esta garantía cubre préstamos que se otorguen a las MYPE en moneda nacional, del 98% por préstamos hasta 30 mil soles; y del 90% por préstamos de más de 30 mil hasta 90 mil soles.
Son elegibles como beneficiarias las MYPE de todos los sectores productivos, siempre que se encuentren clasificadas en la categoría “Normal” o “Con Problemas Potenciales” en la central de riesgo de la SBS al momento de la aprobación del crédito a ser garantizado. Así también se crea un mecanismo de subsidio “Bono al buen pagador de IMPULSO MYPERU” hasta por la suma de S/ 280 000 000,00 (Doscientos ochenta millones y 00/100 Soles), a favor de las MYPE que cuentan con crédito en el marco de IMPULSO MYPERU y cumplen oportunamente con sus pagos mensuales.
De esta manera el estado peruano promueve el desarrollo de las Mipyme a través de los diferentes sectores, incentivando la inversión privada, producción, acceso a mercados internos y externos, y garantizando créditos de capital de trabajo.
Es así que, empresas formales tendrán acceso a financiamiento, mejoras en servicios y herramientas tecnológicas y al desarrollo empresarial; asimismo, resulta un incentivo bastante interesante para que aquellos empresarios que aún no se encuentren formalizados, puedan hacerlo y de esta forma participar de los programas y beneficios que éstos ofrecen.
