En el marco de la presentación del II Foro de Desarrollo Económico Regional Piura, el Instituto Peruano de Economía exhibió, a profundidad, los factores que determinan el desarrollo económico regional.
El gerente general del IPE, Diego Macera, en su ponencia manifestó que si bien la pobreza tanto en el Perú como en Piura se redujo a través de los años a base de inversión y creación de empleo, la misma se ha incrementado como consecuencia directa de la crisis sanitaria.
“Es un retroceso que no tomará diez años recuperarlo, sino que haciendo las cosas bien y con algo de optimismo, podríamos hacerlo en unos tres o cuatro años”, indicó haciendo referencia a los indicadores del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Entre 2004 y 2019, la pobreza en Piura se redujo casi 40 puntos porcentuales. Sin embargo, se incrementó a niveles no contemplados desde el 2013 a causa de la pandemia.
Así, de acuerdo a un comparativo de IPE, entre los índices de pobreza monetaria del 2020, Piura obtiene un 35%, por encima del promedio nacional que es 30%.
Ese mismo índice de pobreza, Piura lo tuvo en los años 2011 al 2013. En el 2010, llegamos a 44%.
Posteriormente en otra estructura estadística, Macera comentó el cambio de la composición económica piurana, dividiéndola entre cuatro niveles económicos.
La restauración, a entender del economista, dependerá a la evolución en el mercado de trabajo.
“Si no tenemos mejores condiciones de empleo, tomará mucho más tiempo avanzar y regresar a lo que era antes”, sostuvo.
La clase media en Piura, luego de haberse expandido considerablemente entre el 2005 y 2019, se redujo de 52% a 41% en el 2020, retrocediendo casi 14 años de avance en la región.
Respecto al crecimiento regional por trimestre, el gerente general agregó que “el año pasado, el segundo trimestre fue catastrófico a nivel nacional, dejando heridas difíciles de sanar rápidamente”.
Pese a ello, hoy en día hay indicadores positivos para Piura referente al proceso de reposición que apunta a una economía resiliente.
La cuarentena generalizada en el 2T-2020 ocasionó una caída de 32% del PBI de Piura, ante la paralización de la construcción y la menor actividad en el sector comercio. Desde entonces, la actividad económica se ha venido recuperando, en parte por la reactivación de la inversión privada, reflejada en el dinamismo de los despachos de cemento.
En otro análisis, Diego Macera explicó que parte de las debilidades que tiene la economía piurana es el sector informal indistintamente de su actividad comercial.
«El sector agropecuario en Piura es de baja productividad, donde hay muchas ganancias por hacer en términos de ingresos», objetivó.
El sector agropecuario concentra más de un tercio del total de la PEA ocupada de Piura y casi el 90% de sus trabajadores labora en el sector informal.
Adicionalmente reveló el índice de competitividad regional (INCORE), edición 2020, hecho por el IPE, el cual ubica a Piura en la catorceava posición.
De acuerdo al INCORE 2020, Piura se encuentra en el puesto 14 entre 24 regiones en el ránking de competitividad, por debajo de sus pares regionales, Tumbes y Lambayeque. Su rezago es mayor en los pilares Infraestructura, Salud, Educación y Laboral.
En el ámbito de infraestructura, concluyó que existe una brecha de inversión pública y a la vez un reto muy grande en el sentido de acceso a los servicios básicos y a la red vial.
En Infraestructura, 6 de cada 10 hogares en Piura cuentan con acceso a los tres servicios básicos, por debajo del promedio nacional (70%). Además, el porcentaje de la red vial local que se encuentra pavimentada o afirmada es uno de los más bajos a nivel nacional (19%).
