Moly nació hace más de un año, como la iniciativa de 2 jóvenes que realizaban fotografías y vídeos de modo independiente.
En el mes de febrero de este año formalizaron la empresa y durante la pandemia decidieron dejar de ser solo una productora y pasaron a brindar también el servicio de publicidad.
«Vimos la oportunidad de poder ayudar a las medianas empresas a crear contenido digital de nivel internacional, tratando de optimizar recursos y poner a disposición de los clientes equipos de calidad», comenta Antonio Román, uno de los fundadores de Moly.
La inversión inicial fue de S/30,000 en equipos. A la fecha, esta sigue aumentando ya que Moly busca brindar un servicio óptimo.
Equipo
Aunque iniciaron con dos trabajadores, ahora son siete los creativos que se encargan de la planeación, diseño y producción audiovisual.
Moly brinda dos servicios: el de producción, que implica realizar fotografías, vídeos y diseños; y el de agencia de publicidad, que engloba también el manejo de las redes sociales de distintas empresas.
Impacto de la pandemia
Román indica que al mes de declarada la cuarentena retornaron al trabajo, haciendo home office.
Sin embargo, esto supuso limitaciones para el normal desarrollo de la productora ya que no podían continuar con la realización de vídeos y fotografías, parte importante de los servicios que ofrecen a sus clientes.
«Tuvimos que limitarnos al diseño durante los meses de cuarentena estricta y eso genero perdidas para la empresa», señala.
Por ello, surgió la idea de establecerse como una agencia de publicidad durante el mes de julio.
«Decidimos ya no solo trabajar por campañas de tres meses o un mes, sino planear campañas más amplias, anuales, semestrales», explica el creativo.
Con esta modalidad, han avanzado durante los últimos meses. Son 4 las empresas que decidieron adaptarse a esta nueva oferta de Moly.
«Decidimos comenzar a probar esta modalidad con cuatro clientes. Antes de ingresar más clientes quise hacer eso, por casi cuatro o cinco meses he estado con ellos», indica.
Clientes
Durante su etapa de productora, tuvieron clientes como Dole, Backus, Bodytech, Universidad de Piura, Chifles San Miguel, Discoteca “MOOD”, entre otros.
En cuanto a su servicio como agencia, Moly trabaja actualmente con 12 marcas.
«Estamos muy felices de verlas crecer, como es el caso de los restaurantes La boutique de las carnes, Terrabar o Catac», explica Román.
Asimismo, como parte de su plan de expansión al norte del Perú, ya realiza trabajos para empresas de Chiclayo. Restaurantes y Constructoras forman parte de su cartera de clientes.
«Sin esperarlo, hoy también las grandes empresas contratan nuestros servicios. Y el trabajo diario que nos dan las medianas empresas con las que trabajamos, ha hecho que crezcamos rápidamente y aprendamos muchas cosas que desconocíamos», resalta el emprendedor.
Producción de primera mano
Antonio Román considera que, el contar con una productora, les hace más atractivos de cara a las empresas.
Asegura que la agencia realiza los vídeos o las fotografías para sus clientes, servicios que las agencias de publicidad suelen tercerizar y puede resultar más costoso para los clientes.
Además, señala que Moly procura trabajar de la mano con la empresa a la que brindan el servicio. «Conocemos de primera mano sus preferencias y dudas», agrega.