En el segundo trimestre del 2024, la economía peruana creció un 3.6%, impulsada principalmente por un aumento del 5.3% en la demanda interna.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), este desempeño positivo refleja una recuperación sostenida de la economía peruana, debido a un mayor gasto en inversión bruta fija (3.4%) y en consumo total (2.8).
El consumo y la inversión, motores del crecimiento
El consumo de bienes y servicios por parte de los hogares peruanos aumentó en un 2.3%, gracias al incremento de los ingresos y el empleo. Este mayor poder adquisitivo se tradujo en un mayor dinamismo en diversos sectores, como el comercio y los servicios.
Por su parte, la inversión, tanto pública como privada, jugó un papel fundamental en el crecimiento económico. La inversión pública, enfocada principalmente en proyectos de infraestructura, creció un 13.7%, mientras que la inversión privada, aunque con un crecimiento más moderado, también contribuyó al fortalecimiento de la economía.
Sectores clave y desafíos
Varios sectores mostraron un desempeño clave. La agricultura, la pesca y la manufactura experimentaron un crecimiento significativo, impulsadas por factores como el aumento de la producción y la mayor demanda interna.
Sin embargo, el sector extractivo, especialmente la minería, registró una contracción debido a factores como la caída de los precios de los commodities.
A pesar de los resultados positivos, la economía peruana aún enfrenta desafíos. La disminución de las exportaciones, principalmente de productos mineros, y la incertidumbre a nivel global representan riesgos para la continuidad del crecimiento económico.