Como emprendedor, la autoestima y la autoconfianza son cruciales para el éxito. Sin ellas, es difícil perseverar frente a los obstáculos y lidiar con la incertidumbre inherente al emprendimiento.
Basado en mi experiencia como coach vinculado a empresas familiares y el mundo STEM, creo que estas 5 claves pueden ayudarte a fortalecer tu autoestima y seguridad:
Conócete a ti mismo
El autoconocimiento es la base de una alta autoestima. Toma tiempo para reflexionar sobre tus fortalezas y debilidades sin juzgarte. Luego, apóyate en tus talentos innatos y busca socios que cubran tus áreas débiles. Intentar aparentar competencias que no tienes solo te hará perder credibilidad.
Enfócate en tus pasiones
Lo que te apasiona es donde destacarás y alcanzarás altos niveles de maestría. Esto naturalmente realzará tu autoestima. No intentes ser un «hombre orquesta» abarcando todas las áreas de negocio. Concéntrate en lo que amas y deja que otros cubran el resto.
Visualiza el impacto a largo plazo
Mantener la vista en el futuro aumenta la motivación y hace que los fracasos a corto plazo sean menos intimidantes. Pregúntate siempre cómo tu emprendimiento marcará la diferencia y resuelve problemas reales. Esto reforzará tu compromiso y sentido de propósito. Tener el foco en tu propósito, te mantiene en pie en aquellas dificultades que trae el espacio del emprendimiento, donde innovas constantemente.
Valora a los demás
Nunca menosprecies a la competencia ni uses excusas cuando las cosas salen mal. Esto solo refleja inseguridad. Más bien, felicita los logros ajenos y asume completa responsabilidad por tus errores. Aprende de ellos para mejorar. Esto generará admiración y respeto.
Cultiva relaciones profundas
El mito del emprendedor solitario debe morir. Rodearte de un equipo de mentores y socios que complementen tus habilidades es indispensable, sin importar cuán competente seas. Reconoce esto con humildad para seguir creciendo. Las relaciones nutren la autoestima.
Con estas 5 claves, estarás fortaleciendo tu autoestima y autoconfianza día a día. No se construyen de la noche a la mañana, pero con constancia y autocompasión llegarás lejos. Y recuerda, todos hemos tenido mentores, profesores, guías, que nos acompañan en ese proceso de aprendizaje constante que es la vida misma.