Las empresas familiares en el Perú desempeñan un papel fundamental en el crecimiento económico del país, ya que aportan más del 40% del Producto Bruto Interno (PBI) nacional. Incluso en momentos de incertidumbre y cambio en la economía peruana, estas empresas han demostrado ser un motor clave para el desarrollo y el crecimiento sostenible en diversos sectores e industrias.
Según Jorge Posadas, director de la Asociación de Empresas Familiares (AEF), comentó para Revista Economía que en el país existen actualmente más de 1.6 millones de empresas familiares, las cuales lideran sectores estratégicos y contribuyen al desarrollo económico.
Estas empresas han sido responsables de generar un valor sostenido en el tiempo, representando un importante trabajo silencioso a favor del crecimiento del país.
Sectores más resaltantes
Uno de los sectores que ha tenido un notable impulso gracias a las empresas familiares es la agricultura, que contribuye con el 6% del PBI nacional. Estas empresas han logrado modernizar las prácticas agrícolas y aumentar la productividad. Mediante la adopción de tecnologías innovadoras y la implementación de buenas prácticas, han contribuido al crecimiento del sector agrícola y a la generación de empleo en las zonas rurales del Perú.
Además, el sector manufacturero fue uno de los que también recibió un fuerte impulso por parte de las empresas familiares, representó el 7.9% del total de negocios del rubro y aportando un 12.7% al PBI nacional. Estas empresas se han destacado por su capacidad para adaptarse rápidamente a los cambios del mercado, así como por su compromiso con la calidad y la excelencia. Han implementado procesos eficientes y han incorporado tecnología de vanguardia, fortaleciendo la industria manufacturera peruana tanto a nivel nacional como internacional.
El sector turístico también ha encontrado un aliado estratégico en las empresas familiares, siendo responsable del 2.2% de los ingresos nacionales. Su enfoque en la hospitalidad y la atención personalizada ha permitido la creación de experiencias únicas para los visitantes. Estas empresas han invertido en infraestructura turística, promoviendo destinos emergentes y contribuyendo al desarrollo económico de las comunidades locales.
Por otro lado, las empresas familiares también han desempeñado un papel crucial en el sector de servicios, incluyendo el financiero, la consultoría y la educación.
En resumen, las empresas familiares han demostrado ser una fuerza impulsora, tener capacidad de adaptación, poseer un enfoque en la calidad y tener compromiso con la sostenibilidad, son factores que han contribuido al crecimiento económico y al bienestar de las comunidades en todo el país.
