El equipo de Estudios Económicos de Scotiabank ha revisado a la baja su proyección del déficit fiscal, pasando de 2.0% a 1.5% del PBI para el año corriente. La cifra estimada sería menor al 2.5% del 2021 y al 8.9% del 2020, año en el cual el resultado fiscal se vio afectado por la recesión y los mayores gastos asociados a la pandemia.
Esta proyección estaría por debajo de la proyección (2.5% del PBI) realizada por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para el presente año, e incluso sería similar al nivel esperado recién para el 2025, según el proyecto de ley aprobado por el Ejecutivo y que determina las reglas fiscales hasta el año 2026.
Por su parte, las cuentas fiscales continúan con su progreso, lo cual ha llevado a que el déficit fiscal acumulado en los últimos doce meses (de junio 2021 a mayo 2022) se reduzca a 0.9% del PBI, nivel no visto desde inicios del 2015.
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El buen desempeño de las cuentas fiscales estuvo justificado principalmente por la evolución de los ingresos tributarios mejor a lo esperado, basado en los altos precios de los minerales e hidrocarburos, y en menor medida por una ejecución del gasto público menor a lo previsto (inversión pública en especial).
También, cabe señalar que el gasto público presenta una marcada estacionalidad que lo conduce a un crecimiento durante el segundo semestre del año, gracias al pago de gratificaciones de julio y diciembre, así como un mayor ritmo de ejecución de la inversión pública.
Finalmente, se prevé que el déficit fiscal tenga una tendencia ascendente en la segunda mitad del año. Sin embargo, el superávit fiscal de S/ 16015 millones acumulado entre enero y mayo, le permitiría al Perú cerrar el 2022 con un déficit fiscal de alrededor de 1.5% del PBI.