¿Sabías que a principios de la década de los 80 la marca de dentífricos, Colgate, decidió incursionar en el mundo de la comida rápida? Aquí te contamos esta curiosa historia que hasta ahora la compañía no se atreve a reconocer.
Todo empezó en 1982 cuando la marca Colgate optó por implementar un conjunto de productos alimenticios llamados Kitchen Entrees (platos de cocina) y también comida rápida como productos estrellas.
Pero, ¿qué motivó a Colgate para que elaborara esta terrible estrategia de marketing?
El argumento señala que se trataba de una estrategia para incrementar el consumo de cremas dentales. De esta forma, se motivaba al consumidor a ensuciar sus dientes y luego ofrecerle la solución a su problema con la mejor crema dental del mundo.
La fuerte asociación de la marca con productos de aseo bucal y blanqueamiento dental, no precisamente hacía que esta evocara los deseos más propios que vienen a la mente cuando la gente piensa en comida.
Por esta razón, los platos de cocina de Colgate, difícilmente entraban a ser parte de las opciones que podía considerar la gente cuando pensaba en productos alimenticios.
Muchos especialistas sostienen que sí era cierto el plan de extensión de marca de la empresa, pero que a último momento reflexionaron y no lanzaron el producto. Otros afirman que Colgate llegó a lanzar sus productos, pero inmediatamente lo retiraron del mercado estadounidense.
Lo cierto es que en el museo de los fracasos existe una muestra de la Lasagna Colgate y también es cierto que esta compañía de aseo dental nos enseñó que no todo producto asociado a tu marca será sinónimo de éxito.
