Emprendimientos

Chocolates Helena: Conoce la historia de la creadora de la chocotejas

Elena Soler afirma que ella fue la creadora de las chocotejas, que hoy en día son una fuente de ingresos para muchas amas de casa.
Por Gabriel Naquiche Publicado: Últ. actualización: 9 noviembre, 2023 09:54
5 minutos

Elena Soler es una mujer emprendedora, cantante y repostera. Estas tres cualidades la llevaron a tener una vida de éxito. Su historia comienza en Ica, a unos 320 kilómetros de la capital de Perú, Lima. Desde muy pequeña se sintió atraída por los olores de los postres. Entonces, Elida Santana (su vecina y tía de cariño) se percató de esto y le enseñó a preparar un chocolate con el que cautivaría a millones de peruanos.

Con el paso del tiempo, creció y en 1958 logró casarse con el amor de su vida, Jorge Panizo, con quien tuvo siete hijos. El último de sus hijos nació en 1972. Tener una gran cantidad de hijos la hizo una experta en cumpleaños, en los cuales preparaba ricos dulces como los toffees. Fue así como su amigo Carlos Malatesta, un gran iqueño y pisquero, la animó a venderlos.

«Cuando me casé me dediqué a mi casa, a mi familia y a mis hijos. Empiezo a dedicarme en la repostería y chocolatería fue después que nacieron todos mis hijos», relata Elena Soler, fundadora de ‘Chocolates Helena’.

El famoso ‘Peccanroll’ creado por Elena Soler.

El empuje de la familia

Soler comenzó preparando toffees y luego creó su famoso pecanroll. En ese entonces, su cocina se convirtió en un pequeño taller. «No lo hacía por necesidad económica, sino porque me gustaban los dulces», afirma.

Jorge, su esposo, comprendía la pasión de su mujer por la preparación del chocolate, por lo que la animó a emprender este pequeño negocio en 1975. Elena recuerda que él fue quien cambió el lugar de trabajo, trasladándolo de la cocina a un pequeño taller, y así hacer más grande el emprendimiento.

Poco a poco, el negocio se fue haciendo conocido gracias a la presentación impecable de su producto, que presentaba detalles finos y exclusivos.

Sus hijos también se unieron para ayudar a su mamá, encargándose de envolver los dulces, y en pocos años, el negocio se convirtió en una empresa familiar.

Elena Soler junto a sus nietos | Foto: Revista Cosas

Elena relata que el nombre «Chocolates Helena» surgió cuando estaban buscando cajas y eligiendo un nombre. Optaron por usar la letra ‘H’ en su nombre porque les pareció más estético. Otra razón importante fue que Elena estudió en un colegio francés, y su nombre «Elena» se traduce al francés como Hélène.

Un camino dulce a la fama

La primera tienda que abrió quedaba detrás de la iglesia de Luren (Ica), a la que llamó ‘Helena House of Candy’ debido a su encantador aspecto de la casita. Tuvo un gran éxito, con la gente haciendo fila alrededor de la esquina en busca de sus pecan rolls y toffees. Además, introdujo los famosos noelitos navideños, que tenían un delicioso corazón de toffee.

Luego empezó a hacer bombones, pero no sabía hacer otras cosas; entonces se dio cuenta que necesitaba aprender más cosas del mundo de la repostería. Viaja a Estados Unidos donde compró libros, trajó envases, y así comenzó a ampliar esta industria chocolatera.

En la década de los 80, la influencia de productos importados llegó a nuestro país, y los chocolates no fueron la excepción. «Trabajamos en colaboración con la Embajada de Suiza en Perú, y viceversa, para atraer expertos de ese país. Fue así como comenzamos a experimentar con las tejas, ya que necesitábamos destacarnos y adaptarnos a los cambios», recuerda Elena Soler.

Capacitar al equipo que trabajaba con Elena resultó ser un desafío, ya que la preparación de las tejas era una labor artesanal. Sin embargo, el esfuerzo valió la pena. A fines de esa década de los 80, los productos de Helena comenzaron a estar disponibles en la cadena Sears y en otras tiendas especializadas.

Es así como ella es la pionera en la creación de las chocotejas, que hoy en día son una fuente de ingresos para muchas amas de casa. «La teja nació en Ica, pero yo quería darle un toque de chocolate porque las tejas son precisas para combinarlas con chocolate. Por eso yo digo que en Ica nació la teja y en Elena la chocoteja«, relató la fundadora en una entrevista.

Expansión de ‘Chocolates Helena’

En 1994, el taller en el que comenzó a preparar sus chocotejas se trasladó a una antigua fábrica de Inca Kola en Ica, y debido al crecimiento en la producción, necesitaron puntos de venta adicionales es por ello que abrió sus propias tiendas.

En el 2000, abrieron su local en Chacarilla, y para el 2003, Helena dio un salto importante al ingresar a los vuelos de American Airlines. Elena Soler considera este logro como la primera experiencia de exportación en su trayectoria.

Actualmente, Chocolates Helena, además del Perú, vende sus productos en EE.UU., Venezuela, Chile, Colombia, entre otros países de la región.

Además, cabe resaltar que Elena no solo es una excelente repostera, sino también es cantante por afición, incluso grabó un disco con una compilación de boleros. Uno de sus referentes musicales es Raphael, a quien Elena tuvo la oportunidad de cantarle en su propia casa.

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