El Perú consolidó una tendencia descendente en su índice de inflación. Registró un mínimo del 2.4% en abril de 2024, según datos del Banco Central de Reserva (BCR).
Esta cifra representa la inflación anual más baja desde mayo de 2021 y se alinea con el objetivo establecido por la autoridad monetaria, que oscila entre el 1% y el 3%.
¿Cuál es el objetivo establecido por la autoridad monetaria?
Este rendimiento supera a otras economías clave en el continente, situando al Perú por delante de:
- Canadá (2.7%)
- Estados Unidos (3.4%)
- Brasil (3.7%)
- Chile (4%)
- México (4.7%)
- Colombia (7.2%)
Este logro es parte de una trayectoria a la baja que se vino consolidando desde principios de 2023.
En ese año, la inflación interanual alcanzó su punto más alto, con un 8.7% en enero, para luego descender al 3.2% en diciembre.
¿Qué tasa de inflación se espera para el 2025
El Reporte de Inflación del BCR de diciembre de 2022 anticipaba una inflación del 3% para 2023, una previsión que se vio superada favorablemente.
Además. se espera que esta tendencia continúe, proyectando una tasa de inflación del 2.2% en 2024 y del 2% en 2025.
Inflación subyacente
Por otro lado, la inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, se mantuvo en un modesto 0.11% en abril, lo que representa una reducción anual al 3.01%, ubicándose en el límite superior del rango meta.
Las expectativas de inflación a 12 meses de analistas económicos y del sistema financiero se mantienen sólidamente en el rango meta, registrando un 2.62% en abril de este año y extendiendo esta tendencia durante cinco meses consecutivos.
Además, todas las proyecciones de inflación de los agentes económicos para 2024 se mantienen dentro del rango meta, señalando una confianza generalizada en la estabilidad económica a corto y mediano plazo.
Informe de la OCDE
Un informe reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pronostica que la economía peruana continuará su recuperación, acompañada de una disminución en la inflación y una mejora en la situación financiera.
Este ambiente más favorable se verá respaldado por una mayor inversión pública impulsada por la ejecución de proyectos de infraestructura y una recuperación gradual del empleo.