Pocas veces tenemos en cuenta el impacto que tiene el entorno sobre nuestra capacidad de concentrarnos. Nuestros cerebros están diseñados para notar y responder ante información nueva.
La situación se complica ante el mundo moderno y altamente tecnológico en el que vivimos.
Tal como señala Entrepeneur, el ataque constante de beeps, dings y tuits que interrumpe nuestro flujo de trabajo, pocas veces tiene una buena razón de ser. Cada distracción no sólo aumenta la cantidad de tiempo requerida para terminar una tarea, sino que impacta de manera negativa la calidad de la misma. Sin embargo, sí es posible manejar y evitar estas distracciones.
Estas son cinco estrategias para mejorar tu concentración y hacer las cosas importantes.
Identifica lo que vale la pena
Al inicio de cada día, date cinco minutos para crear un plan. Revisa tus objetivos y los tiempos de entrega. Identifica las 1-3 tareas que necesitan tu atención durante ese día. Escríbelas en una hoja y ponla junto a tu computadora para verla todo el día.
Crea el ambiente
Crea un ambiente que te facilite la concentración. Reúne todo lo que necesites, incluyendo agua y café. Establece horas laborales para que no te interrumpan. Si puedes, cierra tu puerta o métete a una sala de juntas en la que nadie te vea.
Aleja el dulce
Minimiza las distracciones al máximo: pon tu celular en modo avión, cierra las ventanas que no necesitas y los chats de tu computadora, y considera utilizar unos audífonos reductores de sonido. Ten un cuaderno a la mano para anotar cualquier pensamiento que interrumpa tu trabajo, o cualquier preocupación o las tareas que te sientas inclinado a empezar sin haber terminado la que estás haciendo.
Toma pequeños descansos
Con el tiempo, lo normal es perder la concentración. Los estudios demuestran que nuestra concentración empieza a declinar después de 90 minutos de trabajo ininterrumpido. Incluir pausas cortas a lo largo del día que refresquen tu mente mejora tu desempeño general, denle a tu cerebro la oportunidad de descansas y recargarse. Una caminata de cinco minutos, una meditación o una conversación con un amigo es todo lo que necesitas para recargar pilas.
Sácale provecho a tu momento de mayor concentración
Pon atención a tu ciclo de energía natural y usa la información a tu favor. Agenda tus tareas más importantes para los momentos del día en los que tus niveles de energía están más altos. Para la mayoría, esto es por la mañana. Y utiliza los periodos en los que tu energía está más baja para las tareas menos importantes como regresar llamadas o contestar correos.
Con una planeación detallada, puedes diseñar tu día de forma que aproveches tu tiempo y energía al máximo para generar resultados realmente significativos.
