La industria minera ha desempeñado un papel importante en la economía peruana, emergiendo como uno de los sectores más significativos que contribuyen al Producto Bruto Interno (PBI) del país. Tan solo en 2022 representó el 12.1% del total, con expectativas mayores para el 2023.
Tras ello, hay un fuerte interés de inversión en este sector para los próximos años. Víctor Gobitz Colchado, presidente de la SNMPE (Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía), reveló la cantidad de proyectos que se tienen pensados a corto plazo.
“Hay ocho proyectos en etapa conceptual con una inversión conjunta de 12,167 millones de dólares, 16 planes en fase de prefactibilidad con 21,013 millones de dólares”, sostuvo el representante del SNMPE.
De la mano, el experto destacó que los proyectos de cobre y oro desempeñan un papel de suma relevancia en la industria minera peruana. “El Minem tiene una cartera de 50,000 millones de dólares, de los cuales el 70% corresponden a proyectos de cobre”, enfatizó.
Sin embargo, acotó que hay problemas que se deben resolver para que se concreten los proyectos.
“En mi opinión, hay dos temas centrales. Uno de ellos son las licencias, así como los permisos ambientales y operacionales que actualmente tienen un proceso muy engorroso y que sin duda generan un cuello de botella”, mencionó.
“El otro punto para resolver, con el apoyo al Estado, es lograr acuerdos de acceso a tierras eriazas, generalmente altoandinas, para que de manera expeditiva se concreten los proyectos”, agregó.
Niveles mostrados antes de los problemas sociales
De igual forma, Gobitz sostuvo que el efecto de los problemas sociales ha sido muy fuerte en el sector minero.
“Las Bambas debería producir 400,000 toneladas finas de cobre al año. En el 2022, por el efecto de los problemas sociales, solo produjo 250,000 toneladas, que significa 150,000 menos”, sostuvo.
“En el caso de Quellaveco, que es una operación nueva y que debería aportar alrededor de 250,000 toneladas finas de cobre”, agregó.