La empresa de indumentaria y calzado deportivo Nike reportó una caída del 28% en su utilidad neta en los últimos nueve meses. Sin embargo, sus acciones subieron un 2% en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de Wall Street, impulsadas por expectativas de recuperación y estrategias de la compañía para reactivar su crecimiento.
Descenso en ingresos y caída en China
Nike informó que entre diciembre de 2024 y febrero de 2025 su beneficio neto fue de 794 millones de dólares, un 32% menos en comparación con el mismo período del año anterior. En los últimos nueve meses, la compañía registró una facturación total de 35,212 millones de dólares, lo que representa una caída del 9% en ingresos globales.
Las ventas de Nike cayeron un 10% a nivel global, siendo China el mercado más afectado. En este país, sus ingresos se desplomaron un 17% en los últimos tres meses, impactados por una menor demanda de su línea de zapatillas (-11%) y ropa deportiva (-9%). En otras regiones, la compañía también reportó caídas: Estados Unidos (-4%), Asia y Latinoamérica (-11%) y Europa, Oriente Medio y África (-10%).
Estrategias para recuperar el crecimiento
El presidente y CEO de Nike, Eliot Hill, quien asumió el cargo hace cinco meses, destacó que la compañía está en proceso de recuperación. «Estamos avanzando en la dirección correcta y confiamos en nuestro plan para fortalecer nuestra marca y reactivar el crecimiento», afirmó.
Por su parte, el director financiero, Matthew Friend, aseguró que la empresa está enfocada en «volver a encender el impulso de la empresa a través del deporte».
Nike no ha proporcionado detalles específicos sobre sus proyecciones para 2025, pero los analistas advierten que la compañía enfrenta riesgos como la posible aplicación de aranceles del 20% a bienes importados de China por parte del gobierno de Donald Trump, lo que podría afectar sus márgenes de beneficio.
Mercado y perspectivas
A pesar de la caída en ventas, los inversionistas mostraron confianza en la marca, reflejado en el aumento del 2% en sus acciones tras el cierre de operaciones en Wall Street. Los analistas también advierten que Nike debe hacer frente a la disminución de la confianza del consumidor y a unas ventas minoristas en Estados Unidos más débiles de lo esperado en enero y febrero.
Nike enfrenta un contexto de alta volatilidad en el sector minorista, pero los inversionistas siguen atentos a las estrategias de la empresa para recuperar su crecimiento en un mercado cada vez más competitivo.
