El Fenómeno de El Niño (FEN) puede afectar significativamente la actividad económica de manera directa a través de cambios en temperaturas y lluvias intensas, así como indirectamente mediante inundaciones y deslizamientos que perjudican la infraestructura y la capacidad productiva del país.
Los sectores agrícola y pesquero, en particular, sufren impactos directos debido a las alteraciones climáticas que afectan cultivos y reducen la disponibilidad de recursos marinos, como la anchoveta.
En cuanto al impacto en las empresas, según un informe del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), las empresas corporativas y grandes suelen resistir de manera significativamente mejor al FEN, dado que operan con mayor diversificación geográfica y tienen la capacidad de tomar medidas para mitigar los efectos negativos, como contratos de seguros. Sin embargo, las empresas medianas y micro, ubicadas en las regiones afectadas, tienden a estar más expuestas, ya que sus operaciones están más concentradas en estas áreas vulnerables.
Asimismo, los hogares de bajos ingresos suelen ser más vulnerables al FEN. Esto se debe a que su actividad económica suele estar más ligada a los sectores menos formales de la economía, donde los ingresos dependen sobre todo de la actividad económica día.
Exposición del sistema financiero
La exposición del sistema financiero al FEN se estima en función de las regiones, sectores económicos y deudores más afectados por el fenómeno. El informe del BCRP presenta un cuadro con las características de la cartera expuesta al FEN, según el mapa de riesgos del FEN 2024.
En otras regiones o sectores económicos, el FEN puede tener efectos, pero en menor intensidad. En estos casos, el impacto en la capacidad de pago de los deudores sería transitorio, ya que su actividad económica se puede recuperar rápidamente.
En general, la exposición del sistema financiero al FEN es baja, equivalente al 6.5% de las colocaciones totales. Sin embargo, las financieras y las cajas municipales, especialmente las que operan en el norte del país, son las que tienen mayor exposición.
En concreto, el 15.4% de las colocaciones de las financieras están expuestas al FEN, mientras que la exposición de las cajas municipales es del 16.8%.
El análisis del sistema financiero se realiza en dos escenarios de riesgo: moderado y alto. En el primero, las entidades absorben pérdidas por deudores con calificaciones deficientes, dudosas y pérdida de la cartera expuesta al FEN. En el segundo, se agrega a los deudores con calificación normal y CPP, pero que han mostrado episodios de impago o deterioro en la calificación crediticia en los últimos dos años.
Se estima que el sistema financiero tendría pérdidas asociadas por la realización del FEN con una intensidad moderada, equivalente al 0.2% de las colocaciones (1% del patrimonio efectivo), lo cual podría ser absorbido sin poner en riesgo la estabilidad financiera, gracias a los amplios colchones de capital, equivalentes al 9.2% de las colocaciones. En el escenario de un FEN con intensidad fuerte, la pérdida sería del 0.5% de las colocaciones (2.6% del PE).