¿Las soluciones tecnológicas son posibles para la mejora de la agricultura en Piura y el norte del Perú?
Esta es una de las interrogantes que quisimos ampliar conversando con Gala García, gerente de Symborg en Latinoamérica, una empresa que aporta en la mejora de la producción (de 8 a 20%) de muchos cultivos como el banano, el mango o la uva.
Symborg está conformada por un grupo de expertos en investigación y desarrollo de biotecnología e innovación agrícola.
¿Cuál es la trayectoria de Symborg en el sector agrícola?
Symborg llega a Latinoamérica el 2014, a Chile y Perú. Llegamos enfocados en la industria de la uva y la palta. Empezamos trabajando en Piura y continuamos hasta el sur de Perú, con muy buenos resultados. Estamos siempre enfocados en ayudar a los productores a través de la biotecnología, a maximizar las cosechas para que puedan producir más y mejor.
¿Solo trabajan con agroexportadoras?
Nuestro foco siempre ha sido la agroindustria. Recién hemos firmado un acuerdo para abordar también el cultivo tradicional, pensando en llevar la biotecnología a estos cultivos. Pero, hasta el 2020, nuestro foco ha sido la agroindustria.
¿Cuál ha sido la experiencia con la palta y la uva, dos productos bandera de la agroexportación del norte?
Hemos crecido con ellos. Nuestra idea fue focalizarnos en un cultivo como la uva que necesitaba potenciar mucho el motor de las raíces para dar la calidad y generar las producciones esperadas. Buscamos ayudar al productor a generar mejores raíces, tener un suelo más vivo que le permitiese mejorar sus programas de fertilización.
La uva y la palta ha sido todo un reto. Los números de la producción y el incremento de sus clientes demuestran que se está haciendo un excelente trabajo. Producen cada vez más y de mejor calidad. La producción se lleva a lugares del mundo donde antes no llegaban.
¿Qué otro problema afronta la tecnología para mejorar los cultivos? El norte es un desierto con poca agua…
El objetivo siempre ha sido dar soluciones. Partimos con el hongo Glomus iranicum, una cepa muy potente para trabajar en suelos pobres como los del norte del Perú: muy salinos, con condiciones de temperatura bastante extrema y con poca materia orgánica.
Esta cepa se genera en Murcia (España), una región que también es un desierto con agua desalinizada y muy malas condiciones para producir. Aprendimos estas condiciones y lo relacionamos con lo que se podía ver en Perú.
Hemos desarrollado otros productos como regeneradores de suelo y nuestra última propuesta tecnológica, el BlueN, una bacteria que fija nitrógeno.
En cifras: ¿cuánto mejora la producción agrícola con tecnología?
En suelos de Perú hemos llegado a ver incrementos productivos de hasta el 20%. Obviamente, cuando se tienen unas condiciones buenas de suelo se pueden ver otros incrementos. Los suelos del Perú tienen muchos problemas pero con la biotecnología se pueden obtener buenos resultados. Rápidamente se puede incrementar la producción y aprovechar mejor el agua y se cumpla lo planificado.
Si hablamos de la uva, ¿cuál es el aporte de la tecnología en la producción de este producto?
Nuestros productos trabajan con el 80% de las especies de uvas. Tanto la Red Globe, que es una de las variedades más antiguas, o las nuevas, se pueden ver potenciadas con la tecnología.
Por ejemplo, Glomus Iranicum es un producto que da mucha más raíz absorbente a la uva. Este producto te permite darle a la planta el alimento que necesita.
El último producto que tenemos es BlueN, una bacteria que fija nitrógeno. En el cultivo orgánico, el nitrógeno es el primer hándicap que se presenta porque son fuentes nitrogenadas muy caras.
¿Symborg ha sumado experiencia con el mango, el banano el cacao?
En el banano orgánico de Piura sí hemos tenido experiencia. En el mango hemos iniciado la experiencia porque es un cultivo que, aunque está muy centrado en la agroexportación, en su manejo es muy tradicional. Entrar con nuevas tecnologías ha sido difícil pero cada vez más productores se están acercando a estas líneas para aumentar la calidad y la producción.
En e cacao lo hemos abordado en la selva. Hemos estado con el cultivo tradicional pensando en solucionar algunos problemas actuales en su manejo.
La pequeña agricultura es un gran número en el Perú. ¿Symborg trabaja en este sector?
Tenemos experiencia con asociaciones que reúnen a pequeños productores. Las asociaciones buscan esta tecnología. Hay que indicar que un pequeño productor no suele admitir este tipo de tecnología a la primera.
El pequeño productor es un nicho que queremos abordar. Nos interesa ingresar en el cultivo tradicional pues la tecnología no solo debe aportar a la agroindustria sino que es una herramienta para los pequeños productores.
De allí que hayamos dado ese giro y buscado esta alianza con HORTUS. Ellos tienen muchas tiendas, tienen una fuerza de venta importante, llegan muy bien a distintas partes donde se encuentran pequeños productores. La idea es mostrar que la biotecnología es una solución para todos.
¿El pequeño agricultor tiene temor a usar tecnología? ¿O no la usa por falta de dinero o porque confían más en sus saberes?
Es porque no la conocen. No hemos llegado a ellos con el mensaje. La idea es poder mostrarles y luego los campesinos podrán decidir. La experiencia nos ha demostrado que puede ser una alternativa, incluso, el pequeño productor está preocupado por producir más o hacerlo de forma más sostenible. Al final, estos pequeños productores también venden a asociaciones o a grandes corporaciones.
¿Cómo trabajan el temor al uso de la tecnología en al agro?
Para mí no es un temor. Yo no habría tomado la decisión de ingresar en el cultivo más tradicional sin pensar que existe cualquier tipo de miedo. La agricultura tiene que crecer porque somos muchas bocas para alimentar y, si no somos capaces de mejorar las producciones en todo el mundo, no comeremos. No hay ningún temor. Mientras sigamos mejorando la producción será mejor para todos.
¿Qué hace falta para que la tecnología potencie el sector agrícola?
Este año nos ha dado una lección de lo importante que es la agricultura. Se ha parado el mundo pero los productores hemos seguido trabajando en el campo.
La innovación en la agricultura tiene que llegar y la pandemia lo ha acelerado. Se ha automatizado procesos y nuevas líneas de desarrollo.
Para que se desarrolle la innovación debe existir empresas, productores y gobiernos innovadores, que apuesten por la tecnología como herramienta. La innovación debe partir desde el pequeño hasta el gran productor.
¿Alguna innovación de Symborg para la región norte?
La innovación es algo que ya tenemos. Tenemos BlueN, una bacteria que fija el nitrógeno del aire. Esta es la primera bacteria que trabaja en esa línea y es capaz de aportar hasta el 40% de la fertilización nitrogenada para los cultivos. Cuando se lo contamos a un productor de arroz en Jaén nos miraban sorprendidos: “¿de verdad podemos ahorrarnos cuatro bolsas de sulfato y poner esta bacteria?”.
Debe saber
- Symborg es una empresa que tiene filiales en Brasil, Chile, China, España, Estados Unidos, Francia, México, Perú y Turquía y sus productos se utilizan en más de 50 países.