El Instituto Peruano de Economía (IPE) publicó la edición de «Termómetro económico» correspondiente al cierre del mes de julio. En este reporte monitorea indicadores de coyuntura para mostrar la evolución de la economía peruana en el contexto de la pandemia.
De acuerdo al IPE, los últimos indicadores relacionados a la actividad económica muestran que persisten importantes riesgos para la inversión privada, el empleo y el consumo de los hogares, este último influenciado por el deterioro del poder adquisitivo de los hogares mermado últimamente por la inflación.
Según los datos más actualizados, el crecimiento del PBI fue de 2.3% en el mes de mayo, presentando así una desaceleración en el crecimiento por tercer mes consecutivo.
La inversión pública experimentó un crecimiento de 34.3% en el mes de julio, impulsado por un mayor gasto de los tres niveles de Gobierno.
El incremento de la inversión del Gobierno Nacional, se explica en gran parte por los recursos ejecutados en la Reconstrucción con Cambios, sin este componente, la ejecución del Gobierno Nacional hubiera crecido solo 10.7%. En tanto, la inversión de los gobiernos subnacionales se incrementaron en 33.9%.
La producción minera exhibió una contracción de 10.7% en mayo (el INEI aún no publica los datos a junio) empeorando su situación debido a la extensión de las paralizaciones ocasionadas por los conflictos sociales, alcanzando así su cuarto mes consecutivo de contracción.
Asimismo, el despacho local de cemento, indicador clave de la inversión privada, creció 6.7% en junio, sin embargo, este crecimiento fue menor al registrado en el mes de mayo (7.6%) registrando una desaceleración por segundo mes consecutivo.
Por otro lado, el volumen de las exportaciones no tradicionales habría presentado una ligera aceleración de 7.1% en el mes de junio.
La recuperación del empleo siguió desacelerándose en el segundo trimestre del año. El empleo adecuado en Lima Metropolitana se sitúo 9.7% por debajo del nivel prepandemia, con lo que, solo en la capital, aún falta recuperar más de 300 mil puestos de trabajo adecuados.
Además, las expectativas de la economía a 3 meses empeoraron en junio y alcanzaron su nivel más bajo en diez meses, acumulando 15 meses consecutivos en terreno pesimista, alargándose el periodo de pesimismo empresarial más largo desde que se tienen registros.
Según IPE, los resultados anteriores terminan configurando señales negativas para la inversión privada, y por ende, para la generación de empleo.
Finalmente, el consumo representando a través de la venta de pollo en los centros de acopio de Lima Metropolitana agravó su situación, volviendo a caer en julio (6.3%) debido a una nueva alza en el nivel de precios.