El Perú es un país textil. En la antigüedad, las culturas precolombinas crearon tejidos hermosos, con figuras y diseños que se han grabado en nuestro imaginario. En la actualidad, la industria textil representa la diversidad del espíritu emprendedor en el país, donde tanto las celebridades de la televisión como familias humildes invierten sus recursos en búsqueda de crecimiento y progreso.
La industria es grande y en ella conviven diversos mundos. Es tan basto que existen varios procesos que el consumidor final no tiene como enterarse, pero que son esenciales para conseguir los productos que se quiere. Por ejemplo, si en alguna oportunidad ha ordenado un pedido de camisetas deportivas en Gamarra para el equipo de tu barrio, el de tu universidad o el de tu trabajo, pues es muy probable que la tela haya pasado por las máquinas de Enzo Textiles, empresa líder del servicio de teñido y acabados de tejidos de poliéster.
La familia crece
Enzo Textiles comenzó con cuatro equipos y un solo cliente. Ahora cuenta con más de 15 máquinas de teñido, cuatro de termofijado y 23 años de experiencia. Amparo Ginocchio, gerente general de la empresa desde hace siete años, está en Enzo Textiles desde su concepción.
La familia de Amparo ya contaba con un negocio textil que requería el servicio que ahora brinda Enzo Textiles, pero no era el único que demandaba teñidos y acabados de calidad. “Nos abrimos y conseguimos clientes propios para que nos manden el servicio”, recuerda Amparo.
Esto permitió que Enzo Textiles no dependa económicamente del otro negocio familiar y se haga un nombre propio.
Freno temporal
A pesar de la situación actual, la empresa piensa en seguir creciendo. “El mercado es el que manda… Ahora están pidiendo un artículo que nosotros no tenemos, pero ya estamos pensando adquirir la máquina para poder atenderlos”, explica Amparo.
Esa actitud hacia el crecimiento, que siempre busca mirar el horizonte, parece ser la perspectiva que Amparo tiene acerca de los negocios. “Yo siempre digo: ‘no hay que parar’. No importa si disminuyes tus actividades pero nunca pares. Lento, seguro, pero no pares”, afirma.
Aunque si algo la obligó a no seguir su mantra personal fue la pandemia, que todavía afecta la industria textil en el país. “Todavía no tengo lleno mi capacidad instalada. Esto ha ido yendo de a poco”, expresa Amparo. Enzo Textiles tuvo que detenerse por cuatro meses.
“Empezamos a hacer nuestro plan de vigilancia, nuestros protocolos; todo para empezar de a poquito”, recuerda Amparo. Lo más importante siempre fue la salud del equipo que trabaja en la fábrica.
Mucho por pintar
Otro reto que dejó la pandemia para la empresa fue el contacto con los clientes. Acostumbrados a la presencialidad, la comunicación digital fue un proceso que necesitó de un tiempo de adaptación. Felizmente, ya hay clientes que visitan la fábrica en búsqueda de la variedad de colores y acabados que ofrece Enzo Textiles.
La industria textil sigue buscando progresar, mirar para adelante. “Nunca hemos esperado ni estamos esperando que el gobierno nos apoye”, entiende Amparo. Pero eso no la detiene a ella ni a su empresa, pues saben que, para salir de la difícil situación, se tienen que poner la camiseta que probablemente tenga el tinte y acabado de Enzo Textiles.
Se puede encontrar a Enzo Textiles en: https://enzotextiles.com/
En Facebook: https://www.facebook.com/tintoreriaenzotextiles/
