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Debido a la pandemia del COVID-19 el Perú podría retroceder 6 años en la lucha contra el hambre

Según predicciones realizadas previo a la llegada del COVID-19, el Perú iba a registrar en el 2020 un Índice Global del Hambre de 7,3, mostrando una evolución positiva.
Por Almendra Ruesta
3 minutos

La crisis sanitaria, económica y social debido a la pandemia del COVID-19 ha puesto en evidencia diversas falencias estructurales del país.

El Perú iba a registrar en el 2020 un Índice Global del Hambre (IGH) de 7,3, mostrando una evolución positiva.

Además, ocho regiones que se encontraban en un estado de hambre serio, pasaron en el año 2019 a un estado de hambre moderado.

Sin embargo, La República señala que, debido al impacto de la pandemia, el país experimentaría un retroceso.

Este se vislumbra a través de tres escenarios: un impacto leve, en el cual el IGH se incrementaría a 15,9; en un escenario moderado, el índice se elevaría a 16.7; y si el impacto es severo, se podría alcanzar el nivel más alto registrado en los últimos años, es decir, 17 de IGH, lo que significaría regresar al índice registrado en el 2014.

El vocero de la red Alliance2015 y director de Fundación Ayuda en Acción Perú, William Campbell, refirió que “en efecto, la actual pandemia podría hacer retroceder la situación del hambre en el Perú entre 2 a 6 años”.

El agravamiento de la situación del hambre afectaría a departamentos localizados, principalmente, en territorios de la selva y la sierra; borrando más de una década de avances.

Avance por regiones

En el 2018, el Perú se ubicó en el puesto 35 con 8,8 de Índice Global del Hambre (IGH) a nivel mundial. El año pasado el país redujo su índice a 7,3 logrando subir a la posición 34.

El informe revela que Cajamarca, Ayacucho, Loreto, Puno, Cusco, Huánuco, Apurímac y Pasco redujeron sus índices por debajo de los 20 puntos del IGH.

Estas regiones pasaron de un estado de hambre ‘serio’ a un estado ‘moderado’ respecto al año anterior.

Mientras tanto, el departamento de Huancavelica es el único que continúa en un estado ‘serio’ de hambre al revelar un índice de 20,9 en el IGH.

Por otra parte, las zonas con menor incidencia de hambre en el país son Ica, Lambayeque, Tacna y Moquegua, lo que responde a un progresivo desarrollo económico con actividades vinculadas a la agro-exportación.

Políticas públicas para la reducción del hambre

“La clave está en crear un entorno alimentario sano y equitativo con ingresos justos y adecuados para los pequeños agricultores, pescadores y productores”, declaró la vocera de la red Alliance2015 y representante de Welthungerhilfe en Perú, Susanna Daag.

Además, la representante de Helvetas Perú, Binolia Porcel, señaló que, para reducir el hambre en el Perú, se debe continuar con las políticas públicas y esfuerzos privados que favorezcan el desarrollo socioeconómico, territorialmente descentralizado y orientado a reducir las marcadas desigualdades estructurales y coyunturales en el país.

Cabe señalar que el Índice Global del Hambre en Perú fue elaborado con base a dos instrumentos de medición nacional: la Encuesta demográfica y de salud familiar (Endes) y la Encuesta nacional de hogares (Enaho).

A partir de esos resultados se han analizado tres componentes: la inadecuada oferta alimentaria, la desnutrición infantil y la mortalidad infantil.