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¿Cuál es el origen de la imagen del Señor de los Milagros?

Lima y gran parte del país se pintan de morado. Descube la historia detrás de la imágen más reverenciada de la capital.
Por Eduardo Sotomayor
2 minutos
Primer Recorrido de la Procesión del Señor de los Milagros plan de desvío

En octubre, miles de peruanos le rinden devoción al Señor de los Milagros. Descubre aquí cual es el origen de la imagen a la que sus devotos rinden adoración en el mes morado.

Señor de los Milagros: ¿cuál es su origen?

La historia se remonta al siglo XVII, época cuando en el Perú virreinal se traían esclavos africanos como mano de obra. Entre las distintas castas existentes, estaban los originarios de Angola, país al suroeste del continente negro.

Ellos fueron trasladados hacia la zona de Pachacamilla en 1651, donde construyeron una improvisada cofradía. Allí iban los demás esclavos a orar. Dice la tradición que, en una de sus paredes, un negro conocido como Pedro Dalcón o “Benito”, plasmó la imagen de un Cristo crucificado.

En 1655, un terremoto azotó la capital, destrozando varias construcciones, incluyendo las paredes de la cofradía. Sin embargo, un mural quedó en pie: era el que tenía pintada la imágen del Señor de los Milagros, hecha por Benito. Quedó intacta y sin ningún daño.

Desde ese suceso, se le conocería a esa imagen como el Señor de los Temblores.

El 20 de octubre de 1687, otro terremoto aconteció, y la imagen nuevamente quedó intacta, pero su ermita quedó en pedazos. Por ello, se ordenó que se pintara una copia y que saliera en procesión por primera vez en Pachacamilla. Ya desde ese entonces se le conocía como el Señor de los Milagros.

La historia también resalta que el 28 de octubre de 1746, un tercer sismo azotó la ciudad. Los devotos tuvieron la iniciativa de sacar la imagen a la calle, con lo que la tierra dejó de temblar. Por ello, desde ese día, se acostumbra a sacar en procesión a la imagen.

Mes morado

En la actualidad, miles de peruanos acompañan la procesión del Señor de los Milagros. En octubre, mes predilecto para su devoción, es tradición que la capital se pinte de morado. Hasta Alianza Lima, uno de los equipos de fútbol más famosos del país, cambia su camiseta blanquiazul por una blanquimorada, en conmemoración al también conocido como Cristo de Pachacamilla. Es también tradición acompañar las fiestas con Turrón de Doña Pepa, dulce típico de esta época.