Bioleather Lab es la primera biorefinería del Perú enfocada en la producción de biocuero a partir de residuos agroindustriales. Esta iniciativa innovadora busca reducir el impacto ambiental de la industria textil, utilizando tecnología avanzada para transformar desechos de frutas y vegetales en materiales sostenibles. Infomercado tuvo la oportunidad de hablar con Gustavo Castillo, biotecnólogo y fundador de este proyecto, para conocer más sobre su visión y desarrollo.
El nacimiento de Bioleather Lab
El proyecto Bioleather Lab surgió como respuesta a la necesidad de generar materiales más sostenibles en la industria textil. Con apoyo técnico y financiero del Ministerio de la Producción, la empresa logró crear un biocuero vegano derivado de residuos agroindustriales como la palta, el mango y el maíz morado. Este material es utilizado para fabricar productos de alta calidad como bolsos, carteras y billeteras.
Gracias a la financiación obtenida a través del concurso StartUp Perú de ProInnóvate, Bioleather Lab desarrolló una línea de prototipos que están siendo validados por compradores potenciales, con miras a la producción a gran escala en los próximos meses.
Economía circular y biocuero
El biocuero de Bioleather Lab es un claro ejemplo de economía circular. Su proceso de producción comienza con la recolección y acondicionamiento de residuos agroindustriales, que son luego transformados en biocuero a través de un proceso de molienda y extracción. Este biocuero tiene una resistencia y durabilidad comparables al cuero vacuno, pero con un impacto ambiental significativamente menor.
Además de reducir el consumo de agua hasta en un 90%, el biocuero no genera huella de carbono y es biodegradable. El eco-diseño también juega un papel clave, ya que el material puede ser reutilizado al final de su vida útil, cerrando el ciclo de producción de manera sostenible.
Desafíos y futuro del biocuero en el Perú
Uno de los principales retos que enfretó Bioleather Lab es la logística de recolectar los residuos agroindustriales de manera eficiente. Sin embargo, Gustavo Castillo y su equipo superaron estos obstáculos mediante alianzas con empresas que les proporcionan residuos de productos como la palta y el café.
Además, el apoyo financiero de ProInnóvate fue crucial para el crecimiento de la empresa. Con estos fondos, Bioleather Lab pasó de producir pequeños prototipos a generar biocueros de gran tamaño, con planes de aumentar la producción a más de 100 metros lineales por día.
La empresa también está explorando mercados internacionales, especialmente en Europa, donde la demanda de materiales sostenibles está en auge. Aunque el proyecto sigue en crecimiento, Bioleather Lab tiene un precio competitivo que ya rivaliza con el cuero tradicional.
Un modelo de negocio con impacto social
Bioleather Lab no solo busca reducir el impacto ambiental, sino también generar beneficios para las comunidades locales. La empresa planea trabajar con productores que generen residuos agrícolas, ofreciéndoles una compensación económica por estos desechos.
De esta manera, no solo se promueve la sostenibilidad, sino que también se apoya económicamente a los agricultores, quienes pueden aprovechar lo que antes consideraban desperdicios.
Planes de expansión y financiamiento
El equipo de Bioleather Lab, compuesto por 10 miembros permanentes y otros colaboradores rotativos, está comprometido con la investigación y el desarrollo de nuevos biomateriales. A medida que crecen, también buscan financiamiento adicional de inversores privados y fondos de inversión para escalar su producción.
Gracias a su innovador modelo de negocio, Bioleather Lab está transformando la industria textil en el Perú, demostrando que la sostenibilidad y la rentabilidad pueden ir de la mano. El futuro de la moda podría estar en los materiales que antes se consideraban desperdicios.
