El inicio de la pandemia y el 2021, fueron años marcados por el trabajo remoto, lo cual obligó a las empresas a adaptarse a este escenario.
No obstante, tras los avances de la vacunación, una nueva modalidad de trabajo se empezó a ejercer, se trata del trabajo híbrido. Este consiste en un retorno progresivo a las labores presenciales, aunque no en un 100%, sino alternando con el teletrabajo.
Para este retorno, las organizaciones han tenido que adaptarse a nuevos protocolos, en cuanto a infraestructura y tecnología se refiere, a fin de salvaguardar el estado de salud de los colaboradores.
Una de las medidas y posiblemente, una de las más importantes, fue mantener los ambientes ventilados a fin de evitar la transmisión del virus, causante de la COVID-19, según las recomendaciones del Instituto Nacional de Salud (INS) del Ministerio de Salud (Minsa).
Pero ¿qué ocurre cuando las oficinas no cuentan con la ventilación adecuada y tras el verano, estas acudían al uso del aire acondicionado? ¿Hoy en día se debería seguir utilizando?
Gonzalo Torres, gerente de Mantenimiento y Servicios Auxiliares del Grupo EULEN Perú, indica que, las organizaciones deben optar por un proceso de revisión y mantenimiento exhaustivo de sus sistemas, debido a los posibles residuos, partículas nocivas o polvo que han permanecido en estos.
Revisión y mantenimiento a la vista
El mantenimiento es uno de los factores más importantes para la conservación de esta herramienta. El tiempo recomendado en que se debe hacer en oficina, es aproximadamente cada 3 meses con un aforo al 100%. Si el aforo es reducido, cada 4 meses.
La revisión consiste en realizar limpieza de filtros, condensadores, serpentines, verificación de sistema eléctrico, del gas, entre otros.
Esto como método preventivo ante posibles daños como: contaminación de partículas dentro del equipo, lo cual trae daños en las personas que hacen de su uso, pérdida de gas, daños eléctricos, entre otros.
No obstante, previamente se debe conocer el entorno donde se encuentra ubicado este sistema y el tipo de uso que se le da, si es esporádico o continuo.
El rango de inversión de este procedimiento, oscila entre S/100 a S/135 por equipo, dependiendo del tamaño de la empresa y el tamaño y tipos de equipos que posean.
Cabe precisar que un adecuado uso y mantenimiento puede generar un ahorro significativo para las empresas en relación a mayor tiempo de vida útil de los activos, mejor comodidad para los usuarios, ahorro de 8% de energía por cada grado centígrado por debajo de la temperatura promedio, etc.
Al tratarse de espacios pequeños o cerrados, el mejor uso que se le puede dar al aire acondicionado es tener las ventanas cerradas para que el termostato haga correcto uso, ponerlo en temperatura promedio 22°, ubicarlo en un área libre sin obstaculizar su flujo de expulsión de aire, entre otros.
Demanda de filtros
Hoy tras el contexto sanitario que se está atravesando, las organizaciones están optando por utilizar filtros de partículas de aire como, los filtros HEPA los cuales permiten tener un poder de filtración de 99.97% de partículas con diámetro de 0.3 micrones; mucho mayor a un filtro convencional. Si bien estos no están diseñados para evitar la propagación de los virus, puede aportar en purificar el ambiente y mejorar la calidad del aire que se respira.
“Un correcto servicio preventivo para los sistemas de aire acondicionado aportará a que los colaboradores se sientan cómodos y, sobre todo, en un ambiente fresco y limpio», precisó Torres.
Por tal motivo, a pesar que parezca un procedimiento sencillo, es importante dejar estos en manos de expertos; a fin de asegurar un resultado óptimo y que no generará pérdidas o gastos indebidos a las empresas.
«Por otro lado, frente al escenario que estamos atravesando, habría que priorizar el cumplimiento del aforo de personal por ambiente y sobre todo ser responsable con los protocolos de bioseguridad”, aseveró Torres.
