El ministro de Economía y Finanzas, José Arista, anunció que, actualmente, existen 46 proyectos de gran envergadura que están paralizados, lo que representa inversiones valoradas en 8,500 millones de soles.
En este contexto, Arista explicó que el déficit de infraestructura en Perú supera los 100,000 millones de dólares.
Proyectos paralizados: Sectores afectados
El ministro detalló que entre los 46 proyectos paralizados, 3 pertenecen al sector Educación, 13 al de Salud, 2 están relacionados con riego, 5 con vías urbanas, y 18 corresponden a obras de agua y saneamiento.
Además, Arista enfatizó en las razones detrás de estas paralizaciones, destacando que, en el caso del sector salud, se transfirió la responsabilidad de construir hospitales a los Gobiernos Regionales.
Sin embargo, la falta de experiencia, conocimiento técnico y respaldo financiero adecuado derivaron en contratos mal gestionados, lo que genera importantes retrasos.
Asimismo, comentó que este problema se extiende también a obras de agua y saneamiento, entre otras, lo que causa grandes inconvenientes para la población.
Por ello, resaltó la necesidad de un ente ejecutor eficaz, haciendo referencia a la propuesta de crear el Ministerio de Infraestructura.
Propuesta del Ejecutivo
Arista resaltó que el proyecto presentado por el Ejecutivo para crear este nuevo ministerio introduce un concepto clave: la separación de funciones.
Por ello, el titular del MEF explicó que el objetivo del Ministerio de Infraestructura es convertirse en un ente ejecutor, no en un órgano normativo. Cada sector será responsable de la normativa.
Como ejemplo, mencionó que en la construcción de una escuela, aspectos como el tamaño de las aulas o las dimensiones de las puertas serán definidos por el sector correspondiente, en este caso, el Ministerio de Educación, quedando el ejecutor como el único encargado de desarrollar la obra.
Además, señaló que la reciente Ley de Contrataciones Públicas permite una mayor flexibilidad para emplear diversas tecnologías y modalidades de contratación, lo que puede agilizar y abaratar la ejecución de las obras.
También destacó que, en la actualidad, los proyectos desde su planificación hasta su ejecución pueden tardar entre 6 y 7 años.