Los terminales de buses interprovinciales pueden ser espacios de mucho movimiento. Para diciembre del 2020, el Ministerio de Transporte y Comunicaciones contabilizó 410 terminales autorizados por la entidad gubernamental, de los cuales 121 se ubican en Lima, 37 en Piura, 27 en la Libertad y 37 en Lambayeque. En estos, una basta cantidad de empresas de transporte compiten por las rutas y por llenar sus buses.
Una de esas empresas pertenecía a la familia de Zarela Mariscal, fundadora de Llama Bus, pero tuvo que cerrar por la pandemia.
La idea toma forma
En julio del año pasado, Zarela, junto a su socio Marc-Antoine Thimm, lanzaron Llama Bus, la plataforma de venta de boletos de buses para viajes interprovinciales con un interfaz sencillo, rápido y directo. “Sin filtros, lo más fácil posible para llegar a una compra”, resume Zarela.
Llama Bus busca crear una presencia virtual para las empresas de transporte, que son muchas y que, generalmente, solo operan en los terminales. De igual manera, buscan modernizar el servicio y elevar su capacidad al no estar restringido por la presencialidad.
“Yo viví en Francia por 5 años. Cuando volví me chocó que el transporte sea aún presencial: ir al terminal, comprar el pasaje. Nada pasaba en línea a menos que sean las empresas grandes”, recuerda Zarela.
Época de viaje
En la actualidad, la startup cuenta con dos empresas asociadas que operan en tres terminales: San Juan de Lurigancho, Yerbateros y Tarma. Aunque ya se encuentran en conversaciones para adherir a una nueva compañía, que les permitirá expandir las rutas que ofrecen.
Desde su lanzamiento, Llama Bus se ha enfocado en la rapidez de su servicio. “Nuestra búsqueda es lo más sencilla posible. Solo se enfoca en ponerte los buses en orden horario, se elige el asiento y se llega. La idea es no ponerle pasos adicionales al pasajero hasta que se habitúen a este método de compra”, describe Zarela.
Se recomienda, eso sí, comprar los boletos con anticipación. Se pueden conseguir hasta dos horas antes del viaje. “Pero si una compañía dice: ‘quiero vender todos mis boletos en línea hasta el final’, normal para nosotros”, explica Marc-Antoine, ejemplificando la versatilidad que tiene Llama Bus para con sus socios.
Llama viviente
En un futuro cercano, Llama Bus buscará modernizar los sistemas de gestión de las empresas asociadas a ellos. “Cada empresa tiene una herramienta de gestión de pasajes y es diferente al del terminal. No es flexible, se ha hecho una vez para un desarrollo y se quedan con esa herramienta”, describe Marc-Antoine. “Y a veces está obsoleto”, añade Zarela, “Están hechos con programas que no están al día”.
Por otro lado, las posibles alianzas y asociaciones de Llama Bus para el futuro son bastantes. Los terminales mismos son uno de los objetivos de la startup, pues tampoco cuentan con presencia virtual.
Además, la legalización de los colectivos ha abierto una puerta que en Llama Bus no están dispuestos a cerrar, pues estos vehículos cuentan con rutas que los buses no tienen. Aunque no quieren dejar de lado la búsqueda de la formalidad.
“Antes de inscribirlas, nosotros verificamos que toda la empresa esté formal, que esté activa en todo. Con las placas de buses que nos dan, nosotros verificamos que tenga el SOAT, la revisión técnica y todo lo que es un bus formal”, describe Zarela.
Así, Llama Bus, que cuenta con el apoyo de las incubadoras de la UP y de la USIL, busca ser una transformación en el negocio del transporte interprovincial. La modernización que propone no pretende negar la realidad, pero abrir el abanico de oportunidades para que las empresas de buses tengan mayores oportunidades.
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