Hoy en día se ha popularizado el fenómeno de las apuestas deportivas hasta tal punto que son muchas las personas que ven en ésta una fórmula de desconexión y de desarrollo de su ingenio, creatividad y capacidad analítica. Pese a que los tiempos han cambiado y que las apuestas deportivas se llevan al formato online, asumiendo incluso las nuevas herramientas tecnológicas y digitales, hay que tener en cuenta que sus orígenes son antiquísimos.
Atenas y Roma, pioneras en las apuestas deportivas
Los primeros juegos deportivos que se celebraron fueron los Juegos Olímpicos de la Antigua Grecia, que se desarrollaron en el año 776 a.C. La mayoría de las ocasiones se realizaban apuestas deportivas por el resultado de batallas de gladiadores, carreras y carreras de carruajes. Incluso, existía una especie de legislación que regulaba las apuestas deportivas en esta época.
En la antigua Roma, eran muy comunes las luchas de gladiadores, de tal modo que los espectadores en las arenas apostaban por la victoria de su favorito. Dentro de la legislación romana imperaba la ‘Lex Aleatoria’, que fue considerada como la primera ley relacionada con las apuestas. No obstante, en torno al siglo III a.C, se prohibieron los juegos de azar, aunque nunca se llegaron a prohibir las apuestas deportivas.
Si bien es cierto, se marcó un precedente en el camino de las apuestas deportivas. El rey Luis I de Francia emitió un edicto en 1254 en el que prohibía, de manera tajante, los juegos de azar en el territorio, castigándolo con pena de azotes. Años más tarde, en torno a 1710, sería la reina Ana de Inglaterra la que declaró las deudas como ‘cuestión de honor’, pero sin consecuencias legales.
Los corredores de apuestas pioneros
La evolución de las apuestas deportivas prosiguió hasta comenzar a aparecer las primeras casas de apuestas. Fue en 1766 cuando Richard Tattersul aceptó apuestas y en 1790 cuando William Ogden configuró esta práctica como lícita y habitual. Eran apuestas relacionadas con la victoria de cada caballo.
Los hipódromos se convirtieron en el escenario perfecto de las apuestas deportivas de la época. De ahí que comenzasen a florecer en otras zonas, como EEUU, Francia u otros países a ambos lados del Océano Atlántico, diferentes prácticas y centros de entretenimiento.
Pese a que no existía una regulación, la honestidad y la decencia de los postores era la principal máxima. En 1850, Leviathan Davis y Fred Swindell abrieron la primera casa de apuestas de Londres donde se realizaban apuestas deportivas y se repartían diferentes folletos para participar y ganar.
En 1865, Joseph Oller abriría la primera casa de apuestas deportivas en el centro de París, incorporando la novedad de aceptar hipotecas de los jugadores como rédito. Fue todo un éxito y permitió que floreciesen otros fondos similares. Así fue como surgieron leyes reguladoras de las apuestas en Francia o Gran Bretaña a finales del siglo XIX.
Las primeras apuestas online
Los tiempos cambian. En 1923, Littlewoods llegó a Liverpool y California, realizando apuestas por correo, especialmente en el Treble Chance, que era el más conocido, pues consistía en una tipología de apuestas deportivas en la que los jugadores podían hacer entre 10 y 12 pronósticos para los partidos de fútbol del fin de semana.
En 1934 llegaría William Hill, consolidándose como la empresa de apuestas deportivas más popular del mundo. Hasta mediados del siglo XX se consideraba esta práctica como semilegal y los apostadores estaban privados de cualquier tipo de protección legal.
En el año 1961, se legalizarían las apuestas en Reino Unido. En ese mismo año se llegaron a abrir más de 10.000 casas de apuestas, generando una gran popularidad en todo el mundo y formulándose apuestas deportivas muy variadas.
La primera apuesta online se realizó en 1966, organizada por Intertops. La OMC concedió el derecho a expedir licencias a empresas de apuestas deportivas que preferían tener su sede en el extranjero como consecuencia de las ventajas fiscales.
En el año 2001, el mercado de las apuestas deportivas prosperó y superó los 2.000 millones de dólares y los ocho millones de jugadores en todo el mundo, pudiendo en 2002 los jugadores realizar sus primeras apuestas deportivas en tiempo real.
Hay que destacar que Intertops fue pionera para el desarrollo de aplicaciones de apuestas móviles, lanzando en el año 2000 el primer software de estas características. Éste permitía realizar apuestas deportivas online desde los propios dispositivos móviles.
Previsiones de futuro
Y del pasado al presente. Y es que se espera que el mercado mundial de las apuestas deportivas online supere los 150.000 millones de dólares en 2024, pues logran cubrir más del 70% de la industria mundial del juego. Sin duda, la mayor facturación, en materia de deportes, la representa el fútbol, seguido del béisbol. Las casas de apuestas deportivas se han vuelto más transparentes y moldeables a las nuevas tecnologías como la IA y la realidad virtual, capaz de ofrecer una experiencia óptima al usuario.