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Dog houser: El hospedaje con tienda virtual para tu mascota que tuvo que cambiar durante la pandemia

La startup de hospedaje, guardería y paseo de mascotas crea nuevas unidades de negocio: una tienda virtual y una marca propia de premios.
Por Daniel Sánchez
4 minutos

Dog houser se expandía por Lima Norte y Lima Sur antes que iniciara la pandemia.

Con la inmovilización social, el negocio de los hospedajes para mascotas, que atrae principalmente a un público viajero, decayó.

Fue la resiliencia del equipo liderado por Lizbeth Luna Victoria y Felipe Ojeda que mantuvo las operaciones de la joven empresa iniciada el 2017.

La idea de implementar el negocio nació a partir de una demanda por un servicio especializado en el cuidado del “engreído de la casa”, una tendencia por hospedajes más cercanos al usuario y una problemática observada por los veterinarios, en la cual las mascotas podrían caer enfermos al ser albergados cerca a otros animales que no se encontraban sanos.

Lizbeth Luna Victoria, CEO de Dog Houser: «La innovación trata más de como nos adaptamos a nuestra realidad».

Dijimos que este modelo es necesario para el Perú y lo trajimos” nos explica Lizbeth Luna Victoria, CEO y cofundadora de Dog houser.

Cuidados especializados

Para utilizar Dog houser necesitas registrarte a la página web. La plataforma te permite ingresar con el correo. Luego, puedes seleccionar la familia que deseas para cuidar a tu mascota, incluso permite realizar visitas previas. De ahí se pasa a hacer una reserva. Para esto se tiene que esperar que el houser (como se le conoce al cuidador) acepte la solicitud en un máximo de 24 horas.

Finalmente, se acepta la forma de pago y ya está, puedes ir a dejar a tu engreído al hogar seleccionado.

El proceso es más largo si se desea ser houser. Para comenzar, se exige como requisito tener disposición completa de tiempo y haber vivido o cuidado mascotas por más de 5 años. Una vez cumplido eso, se rellena un perfil en donde la empresa evalúa el hogar y al usuario.

Los cuidadores de Dog houser pasan por un filtro de calidad.

Reformular el negocio

El progreso alcanzado por su equipo llevó a la startup a otras latitudes como Colombia y España. Pero, cuando el Covid-19 llegó a nuestro país, la empresa recurrió a nuevas unidades de negocio.

“El e-commerce fue una reacción ante la pandemia” nos confiesa Lizbeth. “Nosotros nos dimos cuenta que en él encontramos un punto de soporte”.

Aprovechando el boom obligado del comercio electrónico, la marca lanzó una tienda virtual. Al observar que el mercado se estaba copando, decidieron diferenciarse con la producción de accesorios y premios para mascotas exclusivos, con el sello de calidad de Dog houser.

De vuelta a la normalidad

Lo que no significa que se haya dejado de lado el hospedaje para mascotas.

En Lima Moderna, en donde nació el emprendimiento, el giro principal del negocio está volviendo de a pocos a la normalidad, aunque todavía no a la capacidad que supo alcanzar en los años pre-pandemia.

“No podemos hablar de recuperación porque las estimaciones para una se prevén para dos o tres años, pero sí se está moviendo y más ágilmente que a nivel nacional” apunta Lizbeth. 

Aun así, Dog houser sigue fuerte.

 

Todos en el equipo de Dog houser cuentan con mascotas en sus casas.

Han pasado por momentos difíciles que probablemente los haya cambiado a cada uno de ellos, pero mantienen el sentido de unidad e impulsan al otro a seguir adelante.

“Hemos tenido picos en donde hemos dicho ‘ya no puedo más’, y de pronto creo que el mismo equipo nos ha empujado y nos ha sacado adelante. Cuando uno pierde la motivación, siempre tiene a otro que lo ayude” nos expresa Lizbeth. 

Emprender: Una tarea ardua

La cofundadora de Dog houser siente que emprender es una mochila que vale la pena cargar.

“Yo aprendí en tres años lo que ni siquiera cinco másteres me hubieran enseñado” declara. Y más aún con el equipo que ha armado, en donde todos los involucrados están en una industria que aman y viven desde adentro. 

La empresa todavía tiene espacio para crecer.

Las regiones del país, por ejemplo, son un objetivo para ellos. “Llegamos a tener housers en Cusco, Arequipa y Piura; pero no hubo tanta demanda en los clientes” señala Lizbeth.

En Piura cuentan con hasta 10 cuidadores. Penetrar estos mercados requiere de capital, pero sienten que es una oportunidad pendiente. 

Contacto

Puede encontrar el servicio de hospedaje y la tienda virtual en: https://www.doghouser.com/

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Por Daniel Sánchez