El viernes 20 de enero, el brasileño Dani Alves fue detenido por la Policía de Barcelona, Cataluña. El exjugador del FC Barcelona enfrenta una denuncia de agresión sexual. La denunciantes es una mujer que lo acusa de tocamientos indebidos en una discoteca de la ciudad, a fines del año pasado.
Estando en Barcelona por el fallecimiento de su suegra, accedió voluntariamente a responder las preguntas que le hizo la Policía. El caso se encuentra en investigación. Sin embargo, lo detuvieron como medida preventiva. Además, la fiscalía pide la imposibilidad del pago de fianza para su liberación.
Trasladaron a Dani Alves al juzgado número 15 para determinar si tendrá pena o no. Si lo declaran culpable, el jugador podría enfrentar una condena máxima de 12 años, por el delito de agresión sexual.
Todo comenzó con una denuncia contra el jugador que presentó una joven en la que asegura tocamientos indebidos por debajo de la falda. El presunto hecho fue en la discoteca Sutton de Barcelona durante una fiesta en la noche del 30 al 31 de diciembre. La mujer alertó a la seguridad y ellos siguieron el protocolo.
Agentes de la Policía catalana acudieron al lugar para tomar declaración a la mujer, que tres días más tarde, el 2 de enero, presentó la denuncia por agresión sexual contra Dani Alves.
La Fiscalía, a la que se suma la acusación particular de la presunta víctima, pidió el ingreso en prisión preventiva y sin fianza de Dani Alves, jugador de los Pumas de la UNAM.
