Investigadores de la Universidad Nacional del Callao (UNAC) desarrollan un proyecto que consiste en el diseño y construcción de un secador eficiente que emplea energía solar y convencional.
Este proyector logrará aumentar la productividad de los hongos comestibles de las variedades Siullus luteus y Boletus edulis, que se producen en Cusco.
El objetivo de este proyecto de la UNAC es potenciar la elaboración de productos destinados al consumo humano y de alto contenido nutricional.
Cabe mencionar que el proyecto lo financia el Fondo Nacional de Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica (Fondecy), una iniciativa de Concytec.
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Hongos comestibles
Estos hongos comestibles se producen en los distritos altoandinos de Lares y Pisac, en la provincia de Calca, y se caracterizan por tener un alto valor económico y gastronómico, debido a sus propiedades nutricionales y medicinales.
Se consideran alimentos funcionales, ya que pueden utilizarse en la prevención y tratamiento de enfermedades.
Uno de los principales problemas que enfrentan los productores agrícolas en el Cusco, que se dedican al cultivo de estos hongos comestibles, es la deficiente tecnología que se emplea en las zonas de producción.
Debido a que los secadores tradicionales hacen que el hongo se queme y genere pérdidas económicas y oportunidades comerciales para mejorar la calidad de vida de los productores.
“Nuestra iniciativa ha mejorado el diseño de los secadores rústicos y tradicionales que emplean los agricultores para la conservación y cuidado del hongo, a fin de mejorar el proceso, afirmó Zoila Margarita Díaz Córdova, investigadora del proyecto.
Asimismo, indicó que una vez que sequen los alimentos, estos son aprovechados para la elaboración de alimentos altamente nutritivos.
Díaz Córdova manifestó que esta iniciativa ayudará a combatir la desnutrición que afecta a más de cinco mil 660 niños que viven en estos distritos de la provincia de Calca.
La investigadora refirió que, según estudios realizados por la Asociación Micológica Fungipedia, estos hongos tienen la misma cantidad de proteínas que la carne y el pollo.
Además, se desarrollará una cadena de valor del árbol del pino donde crecen estos hongos, pues el agricultor conocerá todos los beneficios que se pueden obtener del mismo.
Alianzas
Enfatizó que en la última etapa trabajarán con la ONG Asociación Trabajo de mi Silencio, que cuenta con años de labor comunitario en la zona.
También con la empresa Micoti S.A.C., con quienes se diseñará un plan de implementación de los productos propuestos.
Esto con el fin de evaluar la aceptación de los mismos.
«Actualmente nos encontramos desarrollando las fórmulas alimenticias para beneficio de las personas que sufren de anemia y desnutrición”, finalizó.