Hoy en día nadie ignora que la energía eléctrica es cada vez más cara. El recibo de luz se ha disparado y para muchas familias el gasto de electricidad se ha convertido en una parte demasiado grande de su presupuesto mensual.
Las fugas eléctricas son más comunes de lo que parecen. Aunque al inicio casi no se perciba en las facturaciones, luego los recibos pueden llegar con un consumo mucho más alto de lo habitual, afectando los bolsillos o provocando un choque eléctrico.
Las causas más comunes son las malas instalaciones eléctricas, instalaciones con muchos años de antigüedad sin mantenimiento, cables expuestos o incluso el robo de energía de algún vecino cercano a la vivienda.
Acerca de cómo prevenir y detectar a tiempo estas indeseables fugas de electricidad, el especialista John Chacón, de la empresa de cables Indeco, menciona algunas claves:
1. «Cosquilleos» al manipular aparatos eléctricos: si al tener contacto con algún artefacto, este produce toques eléctricos.
2. Sobrecalentamiento de artefactos: los artefactos eléctricos no deberían sobrecalentarse sin ninguna razón aparente.
3. Verificar el medidor de luz: apagar y desconectar todos los artefactos eléctricos y verificar el medidor de luz, si el disco sigue girando es posible que tenga una fuga.
4. Cortes de energía constantes: si la instalación eléctrica cuenta con un interruptor diferencial y este corta constantemente la energía, es posible que tenga una fuga.