Los satélites viejos no mueren. Se desvanecen. Bueno, más técnicamente, son empujados suavemente con su último resto de combustible hacia la atmósfera terrestre para que la fricción resultante los incinere inofensivamente.
El principal objetivo de Orbit Fab es acabar con los días en que los satélites aún útiles se desechan porque se han quedado sin combustible. Su objetivo es construir una red de depósitos de reabastecimiento orbitales que puedan mantener los satélites en órbita durante más tiempo. Ya cuenta con el respaldo del Ministerio de Defensa y ha desarrollado una norma abierta para los puertos de reabastecimiento que utilizan los fabricantes de satélites.
¿De cuánto es su inversión para este proyecto?
La empresa, con sede en Colorado, anunció que había captado US$28,5 millones en una ronda de capital de serie A, liderada por 8090 Industries, lo que eleva su inversión total en capital riesgo a US$31,6 millones.
Satelites reutilizables
Daniel Faber, CEO de Orbit Fab, alargar la vida útil de los satélites es una progresión natural a partir del estándar de cohetes reutilizables que ha establecido SpaceX. “Si no tienes un cohete reutilizable, estás acabado”, afirma. “Eso es lo que busca la industria. En un par de años, si no tienes un satélite reutilizable, también estás acabado. Ése es el cambio de paradigma que la gente está aceptando”.
Los grandes satélites geoestacionarios que alimentan aplicaciones como las redes de comunicaciones pueden costar cientos de millones, incluso miles de millones de dólares, y su lanzamiento puede costar decenas de millones. Pero la gravedad de la Tierra, el sol y la luna pueden desviar ligeramente esos satélites de su trayectoria deseada, lo que requiere combustible para mantenerlos en posición.