Scotiabank, estima que el precio del petróleo WTI o crudo, se mantendrá en un rango entre USD 60 y USD 80 por barril, al menos hasta el primer semestre del 2022.
Entre los principales factores que inciden en el precio están; un mercado donde el crecimiento de la oferta es limitado, lo que hace que sea menor que el aumento de la demanda; bajo nivel de inventarios; demanda impulsada por la mayor reactivación de los viajes aéreos y el cambio de la matriz energética.
A inicios de diciembre, el precio del petróleo crudo cayó a USD 66 por barril. De hecho, a mediados del pasado mes logró superar el umbral de los USD 80 por barril, ante las expectativas de mayores suministros, pero la caída se profundizó con los cierres de fronteras en Europa y Asia debido a la variante Ómicron que agito los mercados.
Desde el pico alcanzado el 26 de octubre, el petróleo crudo a corregido 19% hasta los niveles que se han visto durante diciembre.
Scotiabank estima que el precio promedio será de USD 67 por barril al finalizar el año y para el 2022 el precio promediaría alrededor de los USD 70 por barril.
Al analizar la oferta, se puede observar que la producción tanto de EE.UU como del mundo se vienen recuperando en gran medida, sin embargo, aún no logran alcanzar los niveles de 2019 o en todo caso de inicios de 2020.
Es necesario señalar que, el nivel de producción de EE.UU estuvo en un pico máximo cercano a 13 millones de barriles semanales en el lapso de entre 2 y 3 años, y se prevé que será difícil alcanzar estos niveles en el corto plazo.
Según las estadísticas del Departamento de Energía de EE.UU, estos niveles de producción recién podrían alcanzarse en el último trimestre del próximo año, no obstante, aún en un contexto de recuperación del mercado laboral y donde la inflación esté dando sus primeros pasos de estabilización, por ende, los precios podrían mantenerse altos.
Por otro lado, la producción de Rusia podría sorprender a los mercados, dado que se incrementó en 2.7% y 1.2% en setiembre y octubre, respectivamente, y alrededor de 1% durante noviembre. Según las estadísticas, el nivel de producción se encuentra cerca de los niveles pre pandemia y los superaría durante el próximo año.
Ahora en cuanto a la demanda, las perspectivas según Scotiabank son sólidas. Estamos en una temporada donde estacionalmente se incrementan los viajes debido a las celebraciones de fiestas y además, las expectativas son mejores para el próximo, sujeto a que no aparezcan nuevas variantes.
¿Cuál es el impacto en el Perú?
Al mantenerse alto el precio del petróleo, los contratistas, aparte de cubrir el costo de su inversión, podrán seguir obteniendo márgenes de ganancia, por lo que seguirán normalmente con sus operaciones sin afectar a la cadena de pagos y empleo.
Además, Petroperú seguirá recibiendo buenas regalías, se mantendrán o aumentarán los puestos de trabajo relacionados al rubro y seguirá en buen camino la redistribución de los ingresos por recursos naturales a través del canon petrolero a las regiones.
Por otro lado, el alto costo del petróleo a nivel internacional puede trasladarse a mayores costos en los combustibles para el usuario final, no obstante, aquí entra a tallar el Fondo de Estabilización para el precio de combustibles, el cual evita que la volatilidad en los precios internacionales se traslade a los usuarios finales de los productos.
La dinámica del precio internacional del petróleo puede ser creciente en el largo plazo, en tal sentido, debe promoverse el uso del gas natural en las industrias y transporte, proyectar una combinación óptima en la generación de electricidad con gas natural e hidráulica y promover la exploración de petróleo y gas.
Finalmente, el cambio en la matriz energética es un tema relevante de análisis. Hay países que no quieren invertir en proyectos de 20 o 30 años porque saben que dentro de unos años el consumo de petróleo va a estar en descenso, debido al cambio hacia otras energías más sostenibles, y por ello terminan quedándose con los activos que ya tienen.