Álvaro Espinoza, investigador adjunto de Grade, precisó que anualmente se forman alrededor de 140 mil nuevos hogares en el país, pero solo 40 mil logran conseguir una vivienda formal.
Esto significa que los otros 100 mil hogares cubren su necesidad en el sector informal (ya sea adquiriendo un terreno sin servicios o la autoconstrucción).
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A pesar de este escenario, el Estado se habría concentrado en gastar más recursos para llevar servicios a zonas donde el crecimiento de las ciudades es informal, en vez de impulsar con mayor celeridad la creación de viviendas nuevas, agregó Espinoza.
El investigador participó en el marco del webinar “Vivienda formal para las familias peruanas”, donde se presentará el informe “Hacia una nueva política de vivienda en el Perú”, elaborado por Grade y promovido por AdiPerú, ASEI y Capeco.
“Según nuestros cálculos y evidencia directa del Fondo Mivivienda, el Estado gasta mil millones al año para poner agua, pistas, veredas a zonas que fueron ocupadas de manera informal y 700 millones al año a través del FMV en modalidad de Construcción de Sitio Propio de Techo Propio», comentó.
Agregó que son S/1,700 millones al año para remediar los problemas del crecimiento informal y detalló que el Estado invierte 142 millones en generar vivienda nueva barata.
Esto quiere decir, que se gasta 12 veces más en remediar la informalidad que en crear vivienda nueva que le evite esos problemas.
Terrenos informales
Espinoza mencionó que, en promedio, una familia del nivel socioeconómico (NSE) E en Lima puede acceder a una vivienda de S/90 mil y el NSE D a una de S/110 mil.
A pesar de esto, mencionó que las familias “optan” por comprar un terreno informal que puede costar S/15 mil, presupuesto que podría ser destinado a la inicial de una vivienda formal con servicios.
La falta de acceso a crédito hipotecario por parte de las familias las obliga a inclinarse por terrenos informales que, además, se venden al doble de su valor.
“El precio del terreno informal es más del doble de lo que realmente vale, porque se venden junto a la expectativa de que el Estado, en algún momento, llevará servicios de agua y desagüe, pistas, veredas”, precisó.
Asimismo, dijo que un terreno vacío vale como S/6 mil, pero como lo venden con expectativas, se eleva a S/15 mil.
Dato
El experto recordó que entre los años 2000 y 2018, el 93% del crecimiento de las 43 ciudades más grandes del país ha sido informal.
A la fecha, cifra podría incrementarse considerando que el Congreso de la República aprobó una ley que amplía hasta el 2015 los plazos de la titulación de terrenos ocupados por posesiones informales.