El economista Elmer Cuba asegura que el Perú ha dejado de ser la estrella del crecimiento económico de América Latina, debido a diversos factores, entre ellos el contexto político.
Cuba estima que este año Perú crecerá solo 3%, una proyección cercana a la media regional pero por debajo del promedio global. “Antes le ganábamos al mundo, crecíamos más que el mundo y más que la región”, señala.
En diálogo con Infomercado, el exdirector del Banco Central de Reserva (BCR) y socio de Macroconsult, analiza los factores macroeconómicos de nuestro país y destaca el desempeño del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), incluso durante el actual gobierno.
¿Cómo evalúa el desempeño económico del Perú en los últimos dos años?
– Perú en lo macroeconómico es muy fuerte, tiene un Banco Central muy profesional, con muchas reservas internacionales, que permiten enfrentar choques externos; y también un MEF muy profesional, con baja deuda pública, que permite enfrentar problemas de mayor expansión fiscal sin que te degrade. Perú ha aguantado, por ejemplo, la crisis internacional del año 2009, el Fenómeno del Niño, e incluso durante el Covid-19 Perú sacó un arsenal fuerte de políticas expansivas, para que [la crisis] nos golpee menos.
Con ese escenario macroeconómico, ¿es posible retomar el crecimiento?
– Eso no basta para crecer. Desafortunadamente, tenemos un gobierno que no reconoce la importancia del mercado y de la empresa privada, es ajeno a las políticas de crecimiento económico, y eso se comienza a sentir.
¿Qué indicadores muestran eso?
– La variable más clara son las expectativas que mide el Banco Central desde hace 20 años, que nunca han estado negativas tanto tiempo. Claro, cuando hay un choque como la crisis internacional del 2009, el Fenómeno del Niño o el Covid-19, las expectativas se tornaron negativas por 2, 3 u 8 meses, luego rápidamente vuelve el optimismo. En cambio ahora no: desde julio del año pasado las expectativas están en el terreno del pesimismo. Eso tarde o temprano comienza a afectar a la economía, y en ese sentido [Perú] deja de ser la estrella regional, porque ya no crecemos como antes.
¿Cuáles son las expectativas, por tanto?
– En lo que va del siglo, Perú ha crecido más que el mundo y más que América Latina y el Caribe. En cambio, este año y el próximo se espera que esas cifras de crecimiento de Perú sean parecidas al promedio y menos que el mundo. O sea, no solamente estamos en una región que crece menos que el mundo, sino que, además, estamos ya en la media regional.
¿Cuánto crecía usualmente el Perú?
– En un buen año, entre 2010 y 2014, Perú crecía más que el mundo y dos puntos más que América Latina. Si la región crecía 4%, Perú crecía 6%. Luego, de 2014 a 2019, la región pasó a crecer apenas 1% y Perú crecía 3%. No es mucho, pero siempre estábamos 2% por encima de la región.
¿Siempre Perú ha tenido 2% de ventaja?
– Sí, pero antes le ganábamos al mundo, crecíamos más que el mundo y más que la región. Después, con las vacas flacas, crecimos igual que el mundo, pero la región crecía 1%. En cambio, ahora no: este año y el próximo la región va a crecer menos que el mundo, y Perú parecido a la región.
Es decir, ¿este año Perú va a crecer menos que la media global?
– Sí. La media global está todavía encima de 3% y el próximo año, 2.9%. Y para Perú esperamos un crecimiento cercano a 3% y el próximo año ya pegado a 2%, más parecido a América Latina.
¿Esto desde cuándo no se presentaba?
– No ha ocurrido en lo que va del siglo.
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¿Qué otras economías de la región podrían estar superando a Perú?
– Se espera un crecimiento mayor en Colombia, Panamá y Brasil. En general, es un mal año para la región, de eso no hay duda. Pero Perú, incluso en esos años malos, entre 2014 y 2019, lo hacía mejor, crecíamos más que la región.
¿Ya no miramos a Chile como un modelo?
– Chile tiene un problema particular, que el año pasado su Banco Central y su Ministerio de Hacienda fueron muy expansivos: exageraron la respuesta post-Covid, inflaron mucho su economía y ahora van a tener que enfriarla. Ya tienen una inflación creciente de 14% y posiblemente el próximo año crezcan 0% o -1%.
Los cambios de gobierno no son entonces los únicos factores a considerar.
– En verdad, es una confluencia de factores: está el factor externo, el factor universal post-Covid y el tipo de gobierno. Hay que juzgar un gobierno varios trimestres después de que asuma, porque [cuando se asume] agarras el gobierno todavía con mucha inercia, por las decisiones que se tomaron en el pasado. Por ejemplo, el “año limpio” de Boric va a ser el próximo año, y va a ser muy malo, pero no por culpa de él, sino porque su Banco Central está enfriando la economía. Demasiado choque macroeconómico para ese país que no es adjudicable a Boric, sino a la política monetaria. En cambio, en el caso de Colombia, es muy posible que el próximo año sea malo, y eso ya es adjudicable al temor a Petro, no es un tema de su banco central.
¿En el caso de Perú hasta qué punto las proyecciones son atribuibles a Castillo?
– El año pasado Perú rebotó fuertemente porque venía post-covid. No era la “era Castillo”. Castillo “puro” se va a ver recién el próximo año, por sus políticas y las expectativas. No hay una explicación de por qué las expectativas están en un terreno negativo tanto tiempo, y coincide justamente con el gobierno de Castillo. No es el Covid ni el tema internacional.
¿Lo que dice es que las consecuencias del gobierno de Pedro Castillo recién se percibirían a partir del próximo año?
– Correcto. De hecho, si el próximo año crecemos 2%, en buena parte va a ser por una mina gigante, que es Quellaveco. Si sacas a Quellaveco de la ecuación, la economía va a estar más plana. No en recesión, porque Perú es muy fuerte y no entra en recesión así nomás, pero sí deja de crecer lo que uno esperaría. Lo normal era que crezca más que el mundo y más que la región sin ningún problema, y eso no está ocurriendo.
El presidente Castillo dijo ante la ONU que confía en el crecimiento de la economía peruana. Y el premier Aníbal Torres ha dicho que la inversión privada está plenamente garantizada.
– Perú es una economía que va a crecer. Por más que el gobierno siga políticas públicas que no son tan amigables con la inversión, igual la economía va a crecer. Lo malo de un crecimiento bajo no es que no haya utilidades, sino que no alcanza para abultar los salarios reales. Es una economía que crece poco, con salarios reales estancados, con pobreza estancada y con alta vulnerabilidad. Creciendo poco, tienes 60% de familias vulnerables o pobres cuyo estatus no va a cambiar en los próximos cuatro años. La única manera de romper ese equilibrio de bajo nivel es creciendo muy rápido. Si creces rápido, los salarios también van al alza y cambia la vulnerabilidad. Eso es lo que está en juego ahora, y la única manera de hacerlo es relanzar la credibilidad en el gobierno con políticas que sean las adecuadas.
La inversión en exploración minera ha aumentado 40%. Las Bambas va a invertir más de 2 mil millones de dólares. ¿No son esas muestras de confianza?
– En el lado minero, más allá del gobierno, tienes una oportunidad que el Perú no puede desechar. En los próximos 15 años el mundo se va a descarbonizar, va a demandar mucho más cobre y Perú es una potencia mundial en cobre. O sea, Perú tendría que estar ahorita explorando todos los Andes para sacar más recursos y venderlos en un momento que el mundo va a necesitar cobre. Si no hacemos eso, vamos a tener enterrado el cobre con bajo valor. No hay ningún sector que pueda dar recursos públicos tan rápido, y menos a las regiones, que reciben la mitad del canon. Es una oportunidad que ahora tendríamos que aprovechar y no está ocurriendo. Más allá de cosas puntuales como Las Bambas o algún anuncio, deberíamos estar en otro nivel de inversión en exploración.
El presidente del BCR, Julio Velarde, señala que la inversión privada en 2022 será 15% más que en 2019.
– La inversión privada peruana es alta y es una buena noticia. La inversión física en valor absoluta es muy fuerte. No crece respecto al año pasado (2021), pero igual es muy fuerte. No es negativa. Usualmente cuando un país entra en recesión, la inversión cae. Acá no está cayendo. La economía peruana es tan fuerte que está aguantando un régimen que no es proclive a la inversión, eso es lo importante.
¿Qué tendría que hacer el gobierno a estas alturas, según su perspectiva?
– El problema para el gobierno es que es difícil hacer un parteaguas y separar la economía de la política. Son 70 ministros en 14 meses: cinco por mes, casi uno por semana. Eso es una inestabilidad que nunca hemos tenido. Eso en la parte de gestión pública. Y por el lado de corrupción, tampoco hemos tenido, con la actual Constitución, ningún presidente investigado por cinco delitos por la Fiscalía. Eso es nuevo. Es difícil para el MEF tener políticas públicas disociadas de eso, es muy complicado.
¿Destaca la labor del MEF en este gobierno?
– Lo destacable del MEF es que no ha caído en populismo, y ojalá que eso se mantenga. Lo destacable es su gran conservadurismo fiscal, que permite que no se mueva ni un milímetro la posibilidad de que se degrade la inversión.